Desde 2016 la alianza entre Unilever de México y Enactus, una organización global dedicada al emprendimiento social, ha transformado la vida de mujeres artesanas de Tlamacazapa, una de las comunidades con mayores desafíos del municipio de Taxco, en Guerrero.
Laura Bonilla, directora de Comunicación y Asuntos Corporativos de Unilever de México, explica cómo a través de diversas capacitaciones en habilidades en negocios hasta programas en salud, nutrición y autoestima se logró llevar a la comunidad hacia un futuro más equitativo.
—¿En qué consiste este proyecto social?
—Este programa se pensó a largo plazo y se enfocó en mejorar la vida de las artesanas de Tlamacazapa a través de una serie de talleres y capacitaciones. Durante los últimos ocho años, de la mano con Enactus, hemos trabajado en áreas como salud, higiene, nutrición y autoestima.
También, dice, “capacitamos a estas mujeres en habilidades dentro de su artesanía y en habilidades comerciales, ayudándoles a mejorar la calidad de sus productos y aprendiendo nuevas técnicas”.
Por ejemplo, puntualiza, “les enseñamos a usar colorantes naturales en lugar de utilizar pinturas tóxicas para su piel y para el medio ambiente; también las capacitamos sobre comercio justo, estrategias de mercado para que puedan vender sus productos al mejor precio y hacia nuevos mercados. La verdad es que nos llena de orgullo ver cómo estas artesanas han transformado su vida, la de su familia y la de su comunidad”.
—¿Cómo impacta el trabajo de estas mujeres en su comunidad?
—Hoy estas artesanas están, digamos, “graduadas”; es decir, por sí solas ya son agentes de cambio en su comunidad. Son las que inspiran a nuevas generaciones. Solo necesitaban herramientas para potencializar lo que ya sabían hacer, puesto que son creativas, son amas de casa, son empresarias. Hoy este programa les ha permitido tener confianza. Y no solamente en lo personal: venden su producto a través de internet a otros países, ya exportan a Estados Unidos y Europa, amplían sus canales de venta, además de que su producción se diversifica.
Unidad
Al principio, indica Bonilla, “uno de los grandes retos al que nos enfrentamos es que cuando llegamos en 2016 Tlamacazapa era una comunidad muy cerrada y celosa de sus propios productos; eso las limitaba. Es decir, eran competidoras y, por ende, no sabían trabajar en comunidad, malbarataban su mercancía con tal de poder vender algo, cedían ante el regateo. Pero una vez que se rompió esta barrera aprendieron la importancia de unirse para poder cubrir la demanda de su mercancía. Eso les permitió mejorar y profesionalizar la calidad de sus productos, les permitió ampliar su producción. Son de las grandes cosas que a nosotros nos llenan de orgullo y satisfacción.
—¿Cuál es la importancia de que la iniciativa privada fomente (a través de diversos programas) el empoderamiento femenino?
—En Unilever de México creemos que apoyar a las mujeres no es solo un acto de justicia social, sino también una estrategia clave para el progreso de todo el país. Hoy las artesanías de estas mujeres son símbolo de su comunidad y cultura, incluso su arte en palma ha sido reconocido en otros países. Para lograr esto definitivamente se requiere de alianzas entre la iniciativa privada, organizaciones civiles, universidades y de cooperación de las propias comunidades. Estas alianzas fortalecen el tejido social al ofrecer recursos, conocimientos y oportunidades que de otra manera no estarían disponibles, lo que permite juntos abordar desafíos sociales y económicos de una manera mucho más efectiva en beneficio de todos.