“APOYAR A MUJERES DE COMUNIDADES RURALES A HACER CIENCIA”

Martha Mejía
Columnas
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BERENICE BALDERAS SEGURA

Berenice Balderas Segura, galardonada como una de las 25 Mujeres en la Ciencia por la fundación 3M, platica sobre los retos que enfrentan las mujeres al desarrollar una carrera científica en México.

—¿Por qué decidiste dedicarte a la ciencia?

—Desde niña hacía experimentos en casa y en la primaria, secundaria y preparatoria llevaba talleres de ciencias biológicas donde nos ponían a hacer muchos experimentos en microscopio: eso me apasionaba. Pero fue hasta la universidad cuando realmente comencé a utilizar instrumentos de medición y a ver resultados científicos.

—¿En qué consiste la investigación por la que recién fuiste galardonada?

—Soy bióloga y actualmente estudio el doctorado del Programa Multidisciplinario de Posgrado en Ciencias Ambientales (PMCA) de la Agenda Ambiental de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP). El proyecto se denomina Evaluación ecometabolómica de miel de abeja Apis melífera en sitios impactados por plaguicidas. En los últimos años se ha desarrollado un fenómeno mundial que se llama “síndrome de colapso de las colmenas”, que se debe a múltiples factores como plagas y enfermedades, contaminación y cambio climático, entre otras cosas, pero el uso intensivo de plaguicidas es el que está acabando principalmente con muchas colmenas y abejas. Fue por ello que me interesó trabajar en este proyecto de Apis melífera; precisamente el objetivo de mi estudio (tema de doctorado) es conocer el estado de salud de las colmenas antes de que presenten un colapso.

—¿Qué obstáculos enfrentas para desarrollar tu profesión?

—Vengo de una comunidad rural donde la mayoría de las personas creen que las mujeres no deben estudiar, que únicamente tienen que estar en casa, ser amas de casa y tener hijos. Y mucho menos ser científicas. Pero desde niña rompí con este estereotipo: siempre quise luchar desde mi trinchera, que fue la educación y luego la ciencia. En mis primeros años no tenía acceso a una educación de calidad, por lo que me fui a la ciudad más cercana, que me

quedaba muy lejos. Ahí fue mi inicio.

Semilla

En este sentido, puntualiza Balderas, “llegar a este lugar y recibir un premio internacional (de Latinoamérica y Canadá) tan importante me hace sentir muy orgullosa por cumplir esta meta. Creo que las mujeres tenemos la capacidad de estudiar, trabajar… hacer cualquier cosa que queramos. Las mujeres que hacemos ciencia, empapamos de conocimientos a niñas y jóvenes, quienes nos ven como un ejemplo a seguir, sembrando una semilla de esperanza y de crecimiento”.

Añade que “como mujer en la ciencia me gustaría abrir brecha y haría lo posible por apoyar a las niñas y mujeres de comunidades rurales para que las oportunidades sean igualitarias para ellas. Y que tengamos esas oportunidades salariales para poder desempeñarnos en cualquier línea de investigación que nos guste, porque no hay límites para nosotras: podemos, queremos y lo logramos”.

—¿Cuál es tu forma de contribuir a mejorar la realidad actual?

—Siempre he creído que las comunidades rurales deben tener acceso a una educación digna y de calidad. Me gusta aportar y compartir mis conocimientos, dar talleres de ciencia, de cuidados del medio ambiente, de cómo conservar un entorno sostenible, hablar sobre la importancia del cuidado del agua, por ejemplo.

—¿Qué es lo que Berenice Balderas quiere?

—Poder ser parte del Sistema Nacional de Investigadores; es uno de los sueños que más anhelo cumplir. También contribuir a múltiples proyectos de investigación, aportando todo cuanto me sea posible.