¿EQUIPO DE ÉPOCA?

Cristopher Rivera
Columnas
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América

Quiero empezar esta colaboración felicitando a la afición del América por la obtención de su título de liga número 15. Sigan gozando, porque ustedes, aficionados americanistas, futbolistas y demás, no tienen la culpa de los errores arbitrales que a la postre les han beneficiado.

Con esto quiero decir que creo que existe una incapacidad de los propios árbitros para hacer bien su chamba. Todo va en razón de una mala gestión y una mala preparación en el gremio de quienes imparten justicia en la cancha.

Dicho lo anterior, América es bicampeón del futbol mexicano y punto. Pero de eso a decir que es un equipo de época, ahí sí me parece que ese pensamiento está totalmente fuera de lugar.

El América bicampeón no tiene nada de equipo de época. Ni por números y mucho menos por rendimiento en el terreno de juego; no merece esa etiqueta de “equipo de época” porque está muy lejos de serlo. Esa etiqueta, me queda claro, solo se la ponen los colegas con pompones.

Yo le pediría a usted, aficionado americanista, que no se deje engañar. Un equipo de época tiene tres características muy claras y son: regularidad en su juego, dominio claro sobre los rivales y capacidad de ganar títulos de manera pulcra e indiscutible.

De estos tres ingredientes, dígame usted, ¿cuál tiene el América?

¡Está fácil!

Para mí, en nuestro futbol, un bicampeonato no te puede dar semejante distinción.

Ejemplos

Me voy a permitir mencionarle dos ejemplos de verdaderos equipos de época.

Como número uno, el Necaxa de don Manolo Lapuente; ese que robó la década de los noventa con verdaderos equipazos que eran capaces de devorarse a sus rivales en calidad de local o visitante.

El Necaxa de aquellos entonces tenía todo, no titubeaba en ningún renglón. Era extraordinario verlo jugar al máximo de sus capacidades.

Como número dos, los Diablos Rojos del Toluca, que del torneo del verano de 1998 hasta el Torneo Bicentenario 2010 obtuvo siete títulos de liga. Los más recordados, aquellos que ganó bajo la tutela de don Enrique Meza (verano 98, verano 99 y verano 2000).

Aquel Toluca de finales de los noventa hasta mediados de la década de los 2000 era un equipo que jugaba por nota, que justificaba a la perfección en la cancha, lo que plasmaba en el marcador. El Toluca fue sin duda un equipo de primerísima categoría.

Así, entonces, en la inevitable comparativa el América de hoy está lejos de parecerse al Necaxa y al Toluca de ayer.

Seamos claros: América puede construir un camino de época, pero por ahora no le alcanza. ¡Le falta mucho!