Son tiempos extraños para nosotras, las cuarentonas. Por un lado, se supone que los 40 son los nuevos 20, y por otro, las redes sociales y los anuncios de televisión se esfuerzan por recordarte que no, que los 40 son los 40, aunque tengas una cinturita de infinito y unas piernas capaces de revivir a cualquier libidinoso muerto.
Quizás los 40 de hoy serían los nuevos 20 si no existieran la perimenopausia, los copetes canosos, las sonrisas que exageran unas ya no tan pequeñas arrugas entre los ojos y el cuero cabelludo. Aunque tengas unas tetas que aguantan con dignidad la ausencia del brasier con vestidito de tirantes, unas nalgas que se le antojan a hombres, y a algunas mujeres, de seis generaciones, y unos pies que podrían sacarte de pobre en un verdadero apuro.
Esta mañana de alegría y sol mis cuatro décadas y media se impusieron desde la pantalla de mi teléfono celular. Mientras desayunaba se me ocurrió entretenerme con Instagram y entonces la publicidad se encargó de regresarme a mi realidad.
¿Te sientes cansada, con cambios de humor, con la piel, tanto interna como externa, reseca, y el insomnio no te deja descansar? Toma estas vitaminas para la menopausia antes de que te sepulte entre síntomas indeseables, como mala actitud, calores súbitos y otras molestias que con nuestro suplemento pasarán al olvido.
¿Te ha crecido una desagradable doble papada? No te preocupes, con 15 minutos de yoga facial tu cuerpo rejuvenecerá diez años para que puedas seguir escondiendo tu credencial de elector como si fueran documentos confidenciales del Vaticano.
¿Eres panochuda? (Anuncio real, ya se sabe que tiendo a exagerar, pero ahora sí no.) Aquí debo confesar que, con el impacto de incredulidad del que fui presa al escuchar a la mujer del comercial decir aquella frase con una voz fuerte en un tono de disgusto como si se hubiera encontrado un nido de cucarachas debajo del refri, no recuerdo qué anunciaba la señora ni qué defecto pretendía atenuar. Fallé como chismosa.
¿Mides 1.60 metros o menos? ¡No te preocupes! Con nuestros tenis que aumentan la estatura ocho centímetros al fin podrás cumplir tu sueño de top model o mínimo el de mirar por encima de las cabezas de estatura promedio en las distintas aglomeraciones a las que te enfrentas en la cotidianidad. Porque ser chaparro no es sofisticado.
¿Te sientes insatisfecha, inadecuada, insignificante, víctima de las circunstancias? Únete a mi curso para aprender a ser una mujer exitosa porque, pobre de ti, eres tan tonta que no puedes tomar tus propias decisiones y yo te voy a enseñar a vivir porque no puedes sola. ¿Que si yo vivo la vida que sueño? ¡Eso no importa, lo que quiero es tu dinero!
Dictadura de la belleza
Si tienes más de 40 deja de vestirte como una veinteañera, yo te voy a decir cómo ser sexy sin parecer una golfa, a tu edad ya no estás para dar lástima. Pero, pero, pero, ¿no que los 40 eran los nuevos 20?
Mi problema con la dictadura de la belleza y las buenas costumbres es que como ya no tengo matriz no tengo idea de cómo me voy a dar cuenta de que ando menopáusica; me encanta mi cara, con todo y papada, porque es la única cara que tengo y ha sido mi cómplice perfecta en la vida; no sé ni me interesa saber si mi pubis es superlativo o aceptable, aunque nadie se ha quejado; estoy más que satisfecha con mis ciento sesenta centímetros de estatura, simplemente porque están coronados con un cerebro que me cae muy bien; me percibo como una mujer muy exitosa en el trabajo, la familia y el amor, así que no necesito que nadie me venga a enseñar a vivir mi propia vida; ah, y no pienso abandonar ni las minifaldas ni los escotazos, que son hasta parte de mi identidad.
Así que quizás sí sea cierto que los 40 son los nuevos 20, aunque, para mí, se parecen más a los 16.