¡Ah, las ferias de libros! Esos sitios míticos para los escritores, cotidianos para los editores y llenos de hallazgos para los lectores, eventos donde confluyen editoriales y distribuidores para mostrar novedades, proyectos, saldos y celebrar la existencia de la Bibliodiversidad en la creación local e internacional.
Las hay de tres tipos: las de derechos, las de lectores y las híbridas, que tienen programas para ambos públicos.
Las ferias de derechos son internacionales y están dirigidas a profesionales del libro: escritores, editores, distribuidores, bibliotecarios, libreros, promotores de lectura, agentes de derechos, ilustradores y traductores. En ellas se hacen negocios editoriales, desde pactar traducciones hasta la adquisición de libros para abastecer librerías y bibliotecas de México y el extranjero. Son sitios de encuentro donde surgen ideas nuevas que luego podrán llevarse a la realidad. En este tipo de ferias el énfasis recae en las novedades.
Ejemplos de ferias de derechos son: la Feria de Libro de Frankfurt (es la más grande del mundo), la Feria del Libro de Bolonia (especializada en literatura infantil y juvenil) y Book America Expo. En ellas se organizan pláticas y presentaciones de libros dirigidas a enterar a otros profesionales de la edición sobre los avances del rubro, novedades y proyectos a llevar a cabo que sean de interés de los demás.
Las ferias de lectores están dirigidas a un público general. En sus pasillos habita diversidad de títulos, temas, escritores, talentos y lectores deseosos de llenar sus libreros con los títulos favoritos. En ellas se pueden encontrar, además de las novedades editoriales, libros descatalogados que encuentran ahí la oportunidad de llegar a su destinatario final.
Una aventura
En estas ferias se realizan presentaciones y firmas de libros, conciertos y conversaciones con autores, a quienes en ocasiones te puedes encontrar en los pasillos, socializando con sus fans. Algunos ejemplos son: Feria Internacional del Libro en el Palacio de Minería, Feria Internacional del Libro en el Zócalo de la CDMX y Feria Internacional del Libro de Monterrey.
Las ferias híbridas son aquellas creadas para profesionales, pero también para recibir a público general. Ejemplo de ellas son la Feria Internacional de Libro de Guadalajara (FIL), que es la más importante del libro en español y la segunda más grande del mundo, y la Feria Internacional del Libro Infantil y Juvenil (FILIJ), que auspicia la Secretaría de Cultura federal.
La mayoría de las ferias de libros en México las organiza la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana en coordinación con otras instituciones. Para participar en ellas es necesario mandar una solicitud y cubrir la cuota de renta del stand; es común que los participantes de las ferias establezcan prioridad a la promoción antes que a recuperar la inversión, ya que las rentas pueden llegar a ser muy caras.
Como autor independiente también puedes presentar libros. Algunas cobran el espacio, como la FIL de Guadalajara o la Feria del Palacio de Minería. En las demás basta con solicitarlo a los organizadores.
Sin importar el objetivo para asistir a ellas, sin duda son toda una aventura, un mundo de posibilidades con duración limitada, pero repercusiones inolvidables.