No lo digo yo, es una pregunta que todos nos hacemos: ¿qué está pasando en Dos Bocas realmente?
Quien lo plantea con mayor claridad es la diputada tabasqueña Soraya Pérez Munguía, quien está muy al pendiente del desarrollo de este proyecto emblemático del actual gobierno, pero ella misma ha llegado a la conclusión de que urge que se instale un grupo de trabajo con diputados de todas las fuerzas políticas, la Secretaría de Energía y Pemex, entre otros actores involucrados, para aclarar el rumbo que toma la obra.
Porque no solo es el reciente escándalo de la inundación, que no fue inundación porque supuestamente desapareció en 30 minutos, sino además el retiro de la empresa Kellogg Brown and Root (KBR) de las fases 4 y 6 del proyecto por no alcanzar un acuerdo con el gobierno federal respecto del incremento en el presupuesto solicitado originalmente.
Pero eso no es todo: en su lugar entrará la empresa Techint, investigada por presunta entrega de sobornos relacionados con Odebrecht en Brasil. Así como lo escucha.
Y aún hay más: la diputada Soraya señala que se tienen indicios de un subejercicio de más de 90 mil millones de pesos por parte de la filial privada de Pemex que está a cargo de la obra. Y dice claramente “indicios”, porque al ser una filial privada no se han transparentado 100% los recursos del erario destinados a este megaproyecto.
Una rayita más al tigre
Y qué me dicen del bochornoso episodio en el que se vio envuelto el académico de la Universidad Iberoamericana Rodrigo Pérez Alonso, quien en alusión al físico de la candidata a la secretaría general de Morena, Citlali Hernández, posteó un mensaje ofensivo que ni siquiera vale la pena retomar.
Aunque reprobable la actitud del académico no está de más decir que Citlali no se caracteriza por ser la más educada y fina en sus modos ya que no es el primero ni el último de los dimes y diretes en los que se ha visto involucrada.
El académico hasta su chamba perdió y en el entuerto intervino la esposa del presidente, Beatriz Gutiérrez, para defender a su correligionaria exigiendo algo más que las disculpas de Pérez Alonso. ¿La ofensa habrá sido para tanto?
Estilo mata carita...
Pues a estas horas ya no es novedad el regreso de Ricardo Anaya a la vida pública del país. Lo que sí es de pronóstico reservado es qué tanto pueda significar en términos de contrapesos reales para la aplanadora Morena.
Para nadie es un secreto que el PAN, “moralmente derrotado” y todo, se encuentra en una etapa de su historia en la que más gubernaturas ha conquistado: nueve en total. Es indiscutiblemente la segunda fuerza política del país y el único partido que machacón hasta el cansancio en plantear que se apruebe una ayuda universal para los mexicanos por la pandemia.
Porque tampoco hay que olvidar que luego de la negativa de registro como partido a México Libre el PAN se perfila como la única oposición políticamente viable en el país. Al tiempo.