Luz María Velázquez Sánchez, líder de programas de equidad de género del Tecnológico de Monterrey y fundadora del Premio Mujer Tec, platica sobre la importancia de visibilizar el talento y las aportaciones de las mujeres.
—¿Qué es el Premio Mujer Tec?
—Se trata de una iniciativa mediante la cual el Tecnológico de Monterrey visibiliza y reconoce el talento de alumnas, egresadas, colaboradoras, profesoras y directivas en diversos ámbitos y que forman parte de sus cuatro instituciones. La idea nació en una clase que yo impartía hace casi diez años para conmemorar el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer. Entonces diseñé junto con mis estudiantes este galardón.
La primera premiación, recuerda, “se realizó en 2013. En aquella ocasión se reconoció a 20 mujeres en diferentes categorías. Desde entonces el premio ha crecido: hemos entregado a lo largo de nueve ediciones 167 galardones y esperamos que la siguiente edición, el próximo 17 de marzo, sigamos fomentando y reconociendo más talento”.
—¿Por qué es importante impulsar este tipo de iniciativas?
—El objetivo es visibilizar el talento y las aportaciones de las mujeres tanto en las universidades como en todo el mundo. En este sentido hay una deuda histórica con nosotras. Por muchos años las mujeres solo participaban como coautoras, puesto que no eran reconocidas ni se les mencionaba. Muchas veces se ponían seudónimos para que así se aceptaran sus publicaciones y sus liderazgos. También mucho del talento, acciones y el conocimiento que generaban las mujeres era expropiado por hombres.
Por ejemplo, dice Velázquez, “cuántas han recibido el Premio Nobel y en qué áreas, es decir, casi siempre son áreas relacionadas a nuestros roles de género. También es necesario reconocer la lucha de muchas mujeres por nuestros derechos y por conseguir espacios de no violencia para nosotras en todas las áreas. En emprendimiento ni se diga: el rol que tenemos en este ámbito es mayoritariamente como mentoras o guías, pero no de emprendimiento como tal. Entonces reconocer a las emprendedoras y sus proyectos nos dice a otras mujeres ‘Yo también puedo emprender, es posible’. Este ejercicio (el premio) las beneficia a ellas, por supuesto, porque se habla de su historia. Y también nos inspira a muchas otras a seguir su ejemplo”.
Sororidad
—¿Cuáles son los retos más importantes que enfrentan las emprendedoras?
—El primero es reconocerse a sí mismas como emprendedoras; segundo, que sea una vocación y no solamente se haga por necesidad u oportunidad, sino como parte de la realización personal. Otro reto importante es integrarnos en comunidades donde encontremos retroalimentación, ayuda, reconocimiento, información y contacto desde un ámbito de sororidad.
En este sentido, puntualiza, “la mejor forma de practicar la sororidad es hablando entre nosotras mismas y creando redes de apoyo, así como nuestras propias oportunidades: no tenemos que esperar a que otras personas solucionen lo que necesitamos”.
Otro gran desafío para las emprendedoras “es conseguir inversión y que esta no venga de familiares o de créditos del gobierno. Las mujeres somos muy buenas para pagar. En este punto creo que hay dos extremos de financiamiento: uno son los microcréditos y otro las grandes inversiones, solo que como a veces estos emprendimientos no se cumplen en el tema de procesos de innovación o con el número de empleados ya no somos candidatas. Por ello necesitamos crear estos financiamientos que respondan a necesidades específicas para recibir asesoría, capital y financiamiento”.
Así, a través del Premio Mujer Tec “las emprendedoras que han ganado pueden hacer diversas sinergias y redes, por un lado; por otro, empiezan a recomendar otras plataformas; y, además, son reconocidas y valoradas por sus aportaciones”.