Ana Elena Contreras, feminista, activista por los derechos humanos, actualmente es asesora legislativa en el Congreso de la Ciudad de México, fundadora de la colectiva Las del Aquelarre Feminista, integrante del Comité Observador Ciudadano de la Alerta de la Violencia de Género para la CDMX, platica en entrevista sobre la violencia de género y cómo enfrentarla desde el feminismo.
—¿Qué es el feminismo?
—Es una política o forma de vida. Es un posicionamiento personal pero que se refleja en el trabajo colectivo.
—¿Qué es lo más importante por resolver en torno de la violencia de género?
—Hacer una revisión al sistema judicial en materia de acceso a la justicia ya que ese derecho lo tenemos totalmente vulnerado. Además revisar las acciones de jueces, magistrados y médicos legistas: es ahí donde se tienen que remover y renovar todas las estructuras porque es lo primero que nos violenta. Este sistema permite que haya impunidad cuando se trata de violadores, pedófilos y feminicidas. Eso independientemente de todo lo que podamos hacer, de las veces que salgamos a marchar, de las alertas de violencia de género, de los protocolos que tenemos, del marco jurídico que existe para protección de la vida y de los derechos de las mujeres y de las niñas. Hasta que no se remuevan todas esas estructuras el mensaje sigue siendo que la vida y la dignidad de las mujeres y de las niñas no importan, que somos seres humanos de segunda categoría y que somos desechables.
—¿Cómo poder responder a esta violencia?
—Es complicado porque mucha violencia está normalizada. Por ejemplo, el acoso callejero está muy naturalizado. Pareciera una exageración de las mujeres, pero no se entiende que el acoso es la punta del iceberg. Seguramente después del acoso te van a tocar sin tu consentimiento; posteriormente te van a violar. Estudios demuestran que en los lugares donde hay altos índices de violación posteriormente comienzan, si no hay respuesta ni atención, altos índices de feminicidios.
Por ello, puntualiza Contreras, “se debe tener claro que eso es violencia. Tendríamos que acercarnos para saber, conocer y escuchar a quienes estudian este fenómeno porque al final es un fenómeno social que nos viene a pegar muy fuerte”.
Impacto
Lo segundo es “que las mujeres debemos levantar la voz. No podemos permanecer calladas. No podemos creer que es lo natural. Tenemos que actuar. Las feministas hemos logrado grandes cosas. Incluso ahora en pandemia se aprobó la ley de los derechos digitales, que todavía está muy incompleta pero ya es un pequeño avance. Así históricamente se han logrado el derecho al voto, a la interrupción legal del embarazo, al acceso a la educación. Hay que tener claro que la lucha feminista nos beneficia a todas las mujeres, seas o no seas feminista, porque al final todas tenemos esos beneficios”.
—¿Qué tendría que contener una política pública básica en materia de género?
—Es necesario que haya una mirada más cercana a la problemática que se pretende atender, porque si se hace únicamente con experiencias de escritorio difícilmente llegas a un buen resultado. Habría que entender que las políticas también se tienen que evaluar, se les tiene que dar seguimiento, saber si tienen o no un impacto. Y te lo digo de primera mano porque estuve haciendo evaluación de programas con perspectiva de derechos humanos en la ciudad y estaban muy alejados de lo que reportaban cada una de las instituciones de gobierno. Es importante que se tenga la madurez de hacer una evaluación y hacer los ajustes de acuerdo a los resultados que se tengan. Y finalmente poder modificar estas políticas públicas en función del impacto que tengan en los hechos.