Hoy el cambio climático es uno de los problemas más importantes en el mundo que necesitan atender tanto los Estados como gobiernos y sociedades ya que de no redirigirse las acciones y los esfuerzos pertinentes las afectaciones serán irreversibles para todos los seres humanos y seres vivos.
El problema medioambiental es una situación que afecta a las generaciones presentes y generaciones futuras, además de que no conoce de fronteras ni de jerarquías.
Por tal situación el pasado 22 y 23 de abril se llevó a cabo una Cumbre de Líderes Mundiales sobre Cambio Climático, una conferencia virtual organizada por Estados Unidos y donde participaron 40 dirigentes internacionales donde abordaron distintos tópicos sobre el clima, los objetivos y los grandes retos por venir.
Uno de los líderes más destacables fue el presidente de EU, quien fijó objetivos a mediano y largo plazo para recortar las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) y, no menos importante, apostar en mayor medida por el uso de energías limpias como la solar, la eólica o la hidroeléctrica, que producen un mínimo o nulo impacto al ambiente.
La intervención de México se dio sin sorpresas: desde un inicio ya sabíamos que el gobierno está peleado con las energías limpias y solo aprovechó el discurso para destacar el proyecto Sembrando vida, la migración centroamericana y la defensa por el uso de combustibles para la energía. Sin duda una participación lamentable y sin soluciones concretas para el tema de la cumbre: el cambio climático.
Cambiar
Sin embargo en el caso mexicano no todo fue así gracias a la intervención de una joven activista, Xiye Bastida, quien con un discurso claro y elocuente criticó la falta de acción por parte de los líderes mundiales en el cambio climático, donde todo se antepone al interés económico. Ella refirió: “Las soluciones están claras; solo queda implementarlas y asumir el problema como una cuestión de justicia social”.
Ojalá que las palabras le lleguen al gobierno de México y no haga oídos sordos como en el caso de la violencia a las mujeres: no estamos en el momento de cumplir caprichos: estamos en el momento de trabajar por el mayor beneficio para las personas.
No está de más recordar que hoy, en año electoral, debemos empoderarnos y, sobre todo, exigir que nuestros futuros representantes incluyan dentro de su proyecto de trabajo la materia ambiental.
Aún estamos a tiempo de frenar el cambio climático. No seamos indiferentes, no esperamos a que haga algo el gobierno en turno, que no tiene el mínimo interés de atender las cuestiones globales sobre el medio ambiente.
El medio ambiente es un derecho humano que, si no es efectivo, afectará en mayor medida los otros derechos humanos. Aprovechemos el tiempo en acciones y soluciones, no en divisiones.
“El clima está cambiando; nosotros también deberíamos hacerlo”.