EMPATÍA

“Es posible que los demás nos entiendan y se interesen”.

Tomás Caparroso
Columnas
 EMPATÍA

En la mediación es fundamental ser empático para lograr que la pareja o los socios que estén peleados logren acercar posiciones en alguna circunstancia que nos permita llegar a un acuerdo: un buen civilista, un buen mercantilista, un buen abogado en sociedad y corporaciones deben ser especialistas en el tema y enseguida buscar la confianza de sus clientes.

Hoy vamos a hablar de la empatía como punto fundamental para las relaciones de mediación entre las personas.

Podemos definir a la empatía como la habilidad para comprender las emociones de otros, distinguiendo entre nosotros mismos y los demás. La empatía constituye una respuesta ante la experiencia de los demás, en la que buscamos construir internamente el mismo estado mental que los otros. Puede tener varias fases: 1. la de contagio emocional; 2. la cognitiva; y, 3. la fase conductual.

La empatía es un estado mental que puede controlarse y modificarse. La regulamos alterando la perspectiva que tenemos, suprimiendo y controlando nuestra exposición a situaciones emocionales. La fisiología compartida es cuando vemos a alguien experimentar una emoción, tenemos una reacción involuntaria y automática y se activan los mismos músculos que la otra persona está ocupando.

El sicólogo Andrew Meltzoff mostró que los recién nacidos imitan ciertos gestos rudimentarios manuales y faciales de manera instintiva, como la sonrisa y las expresiones de tristeza y sorpresa.

La empatía es una habilidad que desarrollamos para comprender las emociones de otros, lo que resulta vital para sobrevivir. Cuando otros están enojados nos permite salvaguardarnos, igual que comprender cuándo estamos en peligro.

Como se señala en la Gaceta de la UNAM de esta semana, la empatía ha sido llamada el pegamento social en tanto que nos permite conectarnos con otras personas, adherirnos a otros, ya que los seres humanos necesitan de grupos para sobrevivir.

Sabiduría

En la vida cotidiana, todos los días, experimentamos empatía incluso cuando interactuamos con personas desconocidas. Cuando en la calle nos encontramos a alguien que nos pide ayuda para hallar alguna dirección o darle cambio de algún billete, las personas repiten lo que nosotros les decimos.

La vida cotidiana con la gente que amamos contiene empatía cuando les narramos lo que nos sucede, cuando compartimos nuestras alegrías y dolores: es posible que los demás nos entiendan y se interesen a través de esta emoción.

Por otro lado, cuando convivimos con otros seres humanos que sufren mucho, por alguna enfermedad, por eso nos sentimos muy cansados: por la empatía.

Hay muchos especialistas que hablan de la empatía y de trastornos como el Burnout, el Trastorno del Espectro Autista y el Trastorno Disocial.

Algunas referencias culturales sobre la empatía las podemos encontrar en series y película como Woo, una abogada extraordinaria, el cual relata la vida de una abogada con síndrome de Asperger, quien debe experimentar una serie de peripecias en el comienzo de su vida laboral, donde ya no solo es importante que tenga buenas calificaciones y conocimientos, sino que requiere construir buenas relaciones con las personas a su alrededor.

La película documental La libertad del diablo refleja las diferentes caras del narcotráfico en México; es posible ver a las madres de los desaparecidos y asesinados; y es posible oírlos hablar del dolor de que sus hijos pierdan la vida y/o el buen camino.

El libro Hey Little Ant es una obra donde una hormiga está a punto de ser pisada por un niño; ella decide hablarle al niño y explicarle lo difícil que es la vida de una hormiga.

La mediación requiere de la empatía de quien lo intente y de la sabiduría en la materia de Derecho en que se pretenda aplicar.