GRAN TOUR EN CLASE JUARISTA

Partidos xenofóbicos y nacionalistas aumentan su presencia en Europa.

Juan Pablo Delgado
Columnas
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¡El presidente ha muerto! ¡Larga vida al presidente! Por fin la Cuarta Transformación arribó con todo su esplendor y majestuosidad popular y con ella entramos a una nueva época gloriosa de la vida política de México. Ahora sí, señores… ¡a darle que es mole de olla!

Suficiente sátira. Hoy no habrá burlas así que tomemos el ejemplo de otro ilustre mexicano y “a otra cosa, mariposa”.

Prefiero continuar con la línea de análisis de la columna pasada de El árbol de moras. En aquel texto iniciamos un Gran Tour para conocer el panorama que le espera al nuevo presidente dentro del escenario internacional.

Nuestra primera parada fue América Latina, donde en lugar de encontrar esplendor y alegría en sus selvas y sabanas nos topamos con un desolador panorama regional (¡malditos sean, dioses de las materias primas!). Por todos lados vimos crisis, caos financiero, represión política o dictaduras orates (¡mucho ojo, Brasil!). Prácticamente no hay país importante donde el proyecto redentor de la 4T pudiera recibir aprobación o respaldo.

Hoy dejamos el continente americano y volteamos hacia Occidente buscando señales de esperanza en el Viejo Continente. ¡Gran error! Porque si creían que nuestro presidente encontraría estabilidad y simpatizantes en Europa la situación allá es igualmente adversa para AMLO.

Infección

Vamos por partes: tras un periodo de estabilidad e integración, la Unión Europea atraviesa hoy por uno de sus periodos más turbulentos. El primer asunto espinoso que enfrentará la nueva administración será el mentado Brexit, el cual caerá como balde de agua helada sobre el mundo en marzo de 2019. ¿Tendrá alguna estrategia Marcelo Ebrard para sortear este calamitoso evento? Hasta el momento no se ha dicho palabra al respecto.

Por si esto fuera poco AMLO también tendrá que evadir nubarrones oscuros cuando la dama de oro en Europa, la irrepetible Angela Merkel, se despida de la política tras 13 años de sostener el centro de la UE. Las consecuencias son inmensurables, pero si ustedes ven a Emmanuel Macron como el sucesor orgánico de doña Merkel pueden ir desechando tal ocurrencia: el presidente enfrenta fuertes tensiones al interior de Francia y su aprobación apenas sobrepasa 25%. Solamente queda decir au revoir a las ambiciones continentales de monsieur Macron.

¿Y qué tal España? ¡Seguro la izquierda de Pedro Sánchez es un aliado natural! Pues no... al pobre Pedrito tampoco le salen las cuentas en la vieja metrópoli. Su mayoría en el Parlamento es endeble y debe sortear las trampas del Partido Popular (némesis histórico), pero también de la extrema izquierda de Podemos y de la extrema derecha, que tras 36 años volvió en la forma de Vox al Parlamento de Andalucía.

Si no fuera suficiente, Europa se convulsiona por la infección del populismo. Tanto Hungría, Polonia e Italia están gobernadas por populistas de ultraderecha; pero partidos xenofóbicos y nacionalistas aumentan su presencia en Austria, Holanda, Francia, Alemania y Suecia. Como cereza en el pastel tenemos la amenaza militar y política de Rusia que hace unos días atacó a Ucrania.

Así, el panorama europeo que enfrenta la 4T: una total ruptura con la otrora estable y predecible política del Viejo Continente.

Pero ¿importará algo todo esto? Quizá no. Hasta ahora el gobierno no ha delineado una política europea y con eso de que AMLO venderá el avión presidencial hay que esperar a que Iberia o Air France tengan descuentos para cruzar el Atlántico. Y no sé ustedes, pero como que eso de viajar a Europa se antoja muy fifí.

C’est la vie!