Era 1989 cuando el doctor Enrique Graue Wiechers, actual rector de la UNAM, se presentó en el Instituto de Ciencias Aplicadas y Tecnología (ICAT) para compartir entre los investigadores su interés por el desarrollo de una herramienta eficaz en la medición de la forma de la córnea.
La idea del cirujano y oftalmólogo se consideró en aquel momento atinada y pertinente porque provenía de un especialista en trasplantes de córnea con una amplia visión de futuro.
Entre los jóvenes investigadores del ICAT estaba Manuel Campos García, a quien le atrajo la propuesta de Graue Wiechers.
Para medir la forma de la córnea había en ese tiempo distintas técnicas. Una de las más útiles es la basada en los llamados discos de Plácido, que son anillos concéntricos, oscuros y luminosos del mismo espesor que, al colocarse frente a la superficie corneal, generan una imagen. En caso de haber deformación corneal los anillos que se reflejan dejan de ser circulares.
Sin embargo Campos García no se pudo ocupar del proyecto porque se había comprometido en el diseño de otro tipo de dispositivos y en esa actividad se concentró varias décadas.
Hace algunos años retomó la iniciativa del rector Graue y hoy ha puesto en pie un topógrafo corneal cónico compacto que permite detectar entre otros problemas oftálmicos el de ojo seco y/o de queratocono (patología de la córnea que altera su forma), tecnología que beneficiaría a la población de comunidades rurales alejadas y de zonas urbanas en marginación.
En entrevista con Vértigo el desarrollador e integrante del Grupo de Metrología Óptica del ICAT detalla que el objetivo es contar con un instrumento que pruebe más área de la superficie corneal y además utilice la cámara de un teléfono inteligente.
Dice el especialista que el topógrafo corneal cónico compacto funciona en este momento a nivel experimental con la misma precisión que los equipos comerciales, incluso con una mejor calidad y amplitud debido a su particular sistema de puntos iluminados y un cono especialmente diseñado para acercarlo al ojo humano.
La córnea es una película transparente que permite que el iris, la pupila y la cámara interior del ojo enfoquen las imágenes de manera correcta. Si por alguna razón cambia o se deforma se deja de percibir correctamente lo que ocurre alrededor.
En el mercado existen instrumentos comerciales para medir la forma de la córnea que usan pantallas con tales anillos concéntricos; o un prisma de pantallas planas con LED, con buena precisión, por ejemplo de 0.1 dioptría y con errores en la elevación de entre dos y seis micras. El investigador vio en lo anterior un reto y una ventana de oportunidad para innovar y superar estos parámetros.
Valiéndose de la reflexión que tiene la córnea y la película de la lágrima se logra ver el reflejo de la córnea, que permite medir su forma por medio del topógrafo ideado y diseñado matemáticamente por el científico de la UNAM.
La propuesta del proyecto es que la pantalla que utiliza el topógrafo corneal cónico compacto tenga forma de cono —en vez de cilindro, como se usa de forma convencional— y en lugar de círculos concéntricos negros y blancos de forma alterna, puntos en forma de gotas en disposición semirradial.
Competitivo y portátil
Tales puntos, explica, se pueden colocar en el número y posición que se desee para tener más información de la córnea; aquí “es evaluada en cada punto”. En contraste los anillos la proporcionan en una sola dirección.
Campos García recuerda las distintas etapas de investigación y aproximación a la herramienta y el interés de lograr un sistema de medición que aprovechará las tecnologías disponibles para mejorarlas y hacerlas accesibles al grueso de la población.
En su laboratorio se concretaron distintos modelos de equipos, siempre con la constante de utilizar pantallas nulas cilíndricas y un cono envolvente del ojo. “Eran prototipos funcionales pero grandes, burdos y sin diseño estético. Quería hacerlo más pequeño. Así que trabajé en este nuevo prototipo compacto, que paradójicamente cubre más superficie corneal gracias a la evolución de la tecnología óptica”, comparte Campos García.
El dispositivo es del tamaño de un teléfono móvil y cuenta con un sistema de iluminación LED con puntos en elipse. Al ser nivelado con la cámara de un teléfono, tableta o una cámara pequeña permite ver de mejor forma la estructura del ojo para saber si presenta algún daño.
Asegura el universitario que el topógrafo lo pueden utilizar los médicos para medir el síndrome del ojo seco, un padecimiento muy incómodo porque cuando se rompe la película de lágrimas la gente no deja de tener siempre los ojos llorosos.
De la deformación de la córnea conocida como queratocono asegura que el dispositivo es capaz de medir esa protuberancia de manera precisa gracias a una técnica depurada y flexible y además se puede establecer qué tan grave es el daño. En casos extremos es inevitable el uso de lentes de contacto para detener la malformación ubicada en una de las partes importantes del ojo.
La portabilidad y fácil acceso al examen del topógrafo de la UNAM facilitará la posibilidad de detectar de manera temprana este mal ocular y ayudará a administrar un tratamiento oportuno para desactivarlo.
El aparato surgido en el Laboratorio Nacional de Óptica de la Visión puede medir la potencia total dióptrica, lo cual permite evaluar el astigmatismo, la hipermetropía u otras deformaciones. También en una cirugía de córneas puede haber cicatrices que de alguna forma alteran la curvatura corneal y en este caso el instrumento tiene la capacidad de medirlas para dilucidar si afectan la visión.
Funcionará en la adaptación de lentes de contacto ya que conocer con exactitud la curvatura central de los meridianos corneales principales resulta imprescindible para calcular cuál es el radio de la primera lente de prueba, que es uno de los primeros pasos del proceso de adaptación individualizada de las lentes de contacto.
Según su inventor el topógrafo corneal cónico ya es una realidad, pero ahora se tomará un tiempo en perfeccionar el diseño y el soporte tecnológico para ponerlo a disposición del mercado. Por ejemplo se definirá si el teléfono móvil se empotra a un casco o un antifaz con correa. Su sistema será amigable y permitirá un fácil acceso al hardware de la cámara del teléfono móvil y así capturar las imágenes. Además está en desarrollo una App que contendrá la plataforma de captura de procesamiento de las imágenes en consonancia a los parámetros oftálmicos. Tendrá la opción de enviar a “la nube” y el costo será competitivo frente a los sistemas comerciales.
Una de las ventajas de este equipo es que al ser creado en México se evita la dependencia del extranjero para refacciones o arreglos. “La pandemia de Covid-19 nos ha enseñado lo negativo de la subordinación tecnológica a países más avanzados”. Entretanto ya se inició el proceso para obtener su patente.
Trasplante de córnea en México
(las córneas son el tejido que ocupa el primer lugar de demanda a nivel nacional)
Número de trasplantes Año
2,639 2007
2,704 2008
2,551 2009
2,529 2010
2,687 2011
3,130 2012
3,100 2013
3,288 2014
3,620 2015
3,570 2016
3,840 2017
4,353 2018
3,835 2019
Fuente: Sistema Informático del Registro Nacional de Trasplantes