TECNOLOGÍA ROBÓTICA PARA PRODUCIR AGUA POTABLE

“Una herramienta de gran utilidad”.

J. Alberto Castro
Columnas
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El agua dulce es la fuente de vida, el recurso más valioso para la humanidad, elemento esencial para toda la vida en el planeta y, sin embargo, hay indicios de que podría escasear críticamente en unos cuantos años. Como otros países, México enfrenta una crisis de agua y de acuerdo con los expertos de seguir los usos y el despilfarro las grandes ciudades podrían enfrentar en algunas décadas el indeseable Día Cero.

Ya esa aciaga fecha se dio en Ciudad del Cabo, Sudáfrica, el 21 de abril de 2018, cuando años de escasas lluvias y la peor sequía del siglo en la región, junto con el aumento de población y de su consumo de agua, fueron los responsables de que los grifos dejaran de suministrar el líquido a sus ciudadanos.

Algo parecido se vivió en la ciudad industrial de Monterrey, Nuevo León, donde una sequía histórica trastocó la vida de sus habitantes sin importar la clase social: la suma de una sequía meteorológica, en la que desde 2015 las lluvias han estado por debajo de la media, y el agotamiento de reservas ha mantenido en vilo a la sociedad y a las autoridades neoleonesas, que el 4 de junio anunciaron que el suministro de agua solo estaría garantizado durante seis horas al día, de cuatro a diez de la mañana.

La llamada Sultana del Norte estuvo muy cerca de su Día Cero, que es cuando técnicamente el suministro libre de agua termina y el acceso al líquido comienza a ser racionado. La población debe acudir a recoger su porción diaria de agua y no tiene acceso a más.

Desde hace tiempo la Ciudad de México y su zona conurbada, una de las áreas más pobladas del mundo, vive una crisis permanente en torno del abastecimiento del recurso hídrico.

Varios son los ángulos del problema: agotamiento de los recursos, fallas en el abastecimiento de agua, sobreexplotación de acuíferos, escaso tratamiento de las aguas residuales, desaprovechamiento del agua de lluvia y desigual e inequitativa distribución del líquido entre la población, entre otros.

Un bien tan básico como el agua limpia es el reto de este siglo para muchos gobiernos que deben proveer a sus ciudadanos, pero ¿cómo podemos atajarlo?

Se puede trabajar en muchos frentes. Uno de los principales desafíos es contener la fuga de agua en las tuberías, que puede ascender a más de 40% del recurso hídrico. Otro es hacer un uso racional del líquido, así como la utilización del agua de lluvia y el impulso de innovaciones tecnológicas encaminadas a la potabilización y producción de este valioso recurso.

Propósito

Motivada por la grave crisis hídrica que sacude a Nuevo León y en particular a la ciudad de Monterrey, la ingeniera en Robótica Vita Gabriela Galindo, egresada del Tecnológico de Monterrey, creó un prototipo de robot que puede generar agua por sí solo a través de la condensación del aire.

La joven ingeniera mostró a distintos medios de comunicación que el robot animado por Inteligencia Artificial (IA) tiene la capacidad de producir 35 litros de agua potable en un solo día. Además considera que aunque hoy es “un granito de arena” en medio de la crisis hídrica que existe en su entidad, la innovación tecnológica abre el camino a la posibilidad de desarrollar distintos robots productores de agua potable utilizando esta tecnología que puede parecer muy simple, pero responde a una complejidad técnica avanzada.

La joven neolonesa ha inventado tres robots. El primero, enfocado a desinfectar del virus SARS-CoV-2 amplias áreas de espacios cerrados; el segundo, un robot móvil para enviarlo al supermercado a efectuar las compras en el contexto de la pandemia de coronavirus; el tercero es capaz de la producción de agua potable a partir de la humedad del aire simulando el proceso de condensación que tenemos en las nubes.

El aire que conforma una nube al enfriarse hace que el vapor de agua logre condensarse. La condensación es el cambio de la materia de un gas a un líquido.

Sorprende que estos robots los creó Vita Gabriela desde su casa y con préstamos de dinero proporcionado por amigos y condiscípulos de la carrera de mecatrónica. La inventora no ha tenido contacto, apoyo, ni retroalimentación con sus profesores del Tecnológico de Monterrey.

La innovadora argumenta que la creación del robot nace ante la posibilidad de quedarse sin una gota de agua en los hogares de Monterrey y la zona conurbada. Cuenta que le llevó mes y medio concretar el robot, el cual tiene filtros integrados con el objetivo de purificar el vital líquido. Ahora busca que distintos laboratorios certifiquen que en efecto es agua potable de gran calidad. Realista, asume que su invención no soluciona de raíz la problemática del agua en su región, pero puede en el futuro ser una herramienta de gran utilidad.

La joven dice que concretó el robot para ayudar a sus padres y abuelos, los cuales son adultos mayores impelidos a hacer largas filas para obtener garrafones de agua que deben trasladarse a la casa o el departamento. Igualmente manifiesta que su propósito es ayudar mediante la tecnología a más personas; no obstante, carece de recursos económicos suficientes para replicarlo y llevarlo a todas las familias.

Como la gran mayoría de los innovadores mexicanos, la ingeniera Galindo hasta el momento no es contactada por empresas privadas interesadas en su prototipo, pero asegura que el robot generador de agua potable se puede producir a una escala mayor. Señala estar abierta a cualquier oportunidad.

El costo de su producción industrial no se define aún, ya que depende de los alcances que pueden direccionar su invento a un gran mercado. Entretanto, si una compañía tecnológica está interesada en el proyecto se puede comunicar con Vita en su Instagram @robotdevita.

Sin duda, el robot proveedor de agua es una propuesta innovadora a la cual debemos prestar atención. En Israel empresas de vanguardia como Watergen pondrían el ojo en este invento mexicano, porque esa compañía pionera y líder mundial en el mercado de dispositivos atmosféricos de agua potable (AWG) ha producido máquinas que crean agua limpia y cristalina a partir del aire.

De cierta manera, las soluciones Watergen y de Vita coinciden en generar la forma más efectiva y económica de resolver el problema apremiante de la escasez de agua potable en cualquier lugar y en cualquier momento. Y también permiten la eliminación de cadenas de suministro intensivas en carbono y desechos plásticos dañinos para el medio ambiente.

La producción de agua potable a partir de la humedad del aire es una de las soluciones de extracción de agua más importantes e innovadoras disponibles en la actualidad, utilizada para abordar el creciente problema del agotamiento de los niveles de agua potable en el mundo. Se cree que dentro de una década, a partir de ahora, 50% de la población mundial vivirá en áreas sin acceso a agua potable limpia, fresca y segura.

La Tierra es fundamentalmente agua, pero tan solo una cantidad muy pequeña es apta para el consumo humano. Se calcula que la cantidad de agua dulce que hay en el planeta azul representa tan solo 3.5% del total.

Ahora bien, si nos detenemos a pensar en el hecho de que 90% de estos recursos se encuentra en la Antártida, la sensación de abundancia de este recurso disminuye. Las cifras son contundentes: solo 0.5% de agua dulce se encuentra en depósitos subterráneos y 0.01% en ríos y lagos.

Pensar en robots y máquinas productoras de agua potable no es descabellado en un mundo donde el agua dulce se distribuye 70% en agua congelada en glaciares y 30% en la humedad del suelo o acuífero. El restante 1% se encuentra en cuencas hidrográficas… y tan solo 0.025 % es potable.

El agua de lluvia ya no es potable

Un estudio elaborado por investigadores de la Universidad de Estocolmo y ETH Zúrich sugiere que el agua de lluvia ya no es potable en ninguna parte del mundo debido a la presencia de sustancias perfluoroalquiladas y polifluoroalquiladas (PFAS).

Creadas por el hombre, las PFAS son sustancias químicas peligrosas que se propagan globalmente en la atmósfera y como resultado se pueden encontrar en el agua de lluvia y la nieve, incluso en los lugares más remotos de la Tierra.

Así que ahora, debido a la propagación mundial de PFAS, urge superar las pautas de calidad ambiental diseñadas para proteger la salud humana y reducir la contaminación por PFAS.

Y, por supuesto, urge el imprescindible desarrollo tecnológico de máquinas y robots con la capacidad de producir agua potable, cristalina y de buen sabor.