¿Tu dinero ya no es tuyo?

Guillermo Fárber
Columnas
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El dinero que depositas en el banco pasará a propiedad del banco
Foto: Richie Rich/ Creative Commons

Para facilitar los bail-ins en el próximo megacolapso económico en muchos países (como en Estados Unidos e Inglaterra) ya está en vigor la modificación que hace que tus depósitos en los bancos ya no sean estrictamente tu dinero, sino dinero que le prestas al banco y este te lo puede devolver o no, según pueda, quiera y lo considere conveniente.

Algunos amigos supuestamente bien enterados me rebaten con vehemencia este punto. Yo me apoyo en soportes como este: Money is not safe in the big banks (http://dcpublicbanking.org/public-funds-at-risk-in-the-big-banks/).

Literalmente dice: “Lo que la mayoría de las personas no entiende es que una vez que depositas tu dinero en un banco ese dinero ya no es legalmente tuyo. Bajo la ley, los depositantes son considerados acreedores no asegurados del banco y así son tratados en cualquier procedimiento de quiebra. Aunque pocos depositantes se dan cuenta de ello, legalmente los bancos son propietarios de los fondos depositados en ellos, en el mismo instante en que se depositan.

Nuestro dinero se convierte en dinero del banco y nosotros nos convertimos en acreedores no asegurados en posesión de IOU o promesas de pago.

Hasta hoy los bancos estaban obligados a devolvernos ese dinero en efectivo y en cuanto se lo pidiéramos. Bajo el plan FDIC-BOE (US Federal Deposit Insurance Corporation-Bank of England) nuestros IOU serán convertidos en acciones del banco (bank equity). El banco se queda con el dinero y los depositantes con las acciones (de una institución quebrada)”.

Con suerte podremos vender esas acciones a algún otro ingenuo. ¿Pero cuándo y a qué precio?

Y esto no es nada nuevo.

Lo que más me sorprende es que esta perversa y telúrica modificación (“robo legal”, según algunos críticos) sea aún desconocida (y ferozmente refutada) por personas que trabajan en el sector financiero global, a pesar de que consta en un documento conjunto de esas dos instituciones del 10 de diciembre de 2012, generado en el G-20 Financial Stability Board de Basel, Suiza, ¡hace más de dos años! Antes del sorpresivo gol de bail-in en Chipre, por cierto.

Ese documento de 15 páginas se llama Resolving globally active, systemically important, financial institutions (https://www.fdic.gov/about/srac/2012/gsifi.pdf). Se basa en la premisa de que la crisis de 2008 dejó claro que era necesario explorar otras opciones además del usual fraude al erario (tipo S&L, Fobaproa, etcétera) para rescatar con dinero público bancos too big to fail y así mantener la “estabilidad financiera” (esta opción se llama bail-out).

Esas “otras opciones” resultaron ser echar mano del dinero de los depositantes en lo que elegantemente se llamó bail-ins y que no es otra cosa sino despojo legal.

Así, cuando (not if but when) los bancos se vean en aprietos causados por el sistema actual, pueden declararse en moratoria o suspensión de pagos y los pasivos que corresponden a grandes depósitos pueden ser cancelados para que el banco sobreviva.