Déjame exponerte la máxima ironía de nuestro tiempo. No ocurrió esta vez, pero ocurrirá en un futuro cercano y cada vez sus consecuencias serán más y más dañinas. Obedeciendo a las espantosas condiciones de la economía gringa y los clamores de Wall Street, del Banco Mundial y el FMI (y no a las tarugadas acerca de China y demás argumentos idiotas de costumbre), la Reserva Federal decidió, oootra vez y contra sus repetidas advertencias, no alzar su tasa base de interés (o costo del dinero).
Así prolonga aún más sus siete años de mantenerla artificialmente en niveles de cero a fin de (junto con emisiones desorbitadas de “dinero” nuevo vía QE) inflar aún más la burbuja bursátil mundial, sobre todo la de Nueva York, a costa de los ahorradores, retirados y pensionistas. Según los analistas, la Fed solo podía hacer esto si quería reventar deliberadamente la actual megaburbuja financiera global. No lo quiso.
Por supuesto, de todos modos la megaburbuja tendrá que estallar algún día pero, ¿por qué querría reventarla justo ahora, a pesar de todos los clamores en contra, a pesar de que se sabe perfectamente que esta decisión provocará un colapso nunca antes experimentado por la humanidad? Mis fuentes sospechosistas dicen que esto solo podría deberse a una razón: la élite ya está preparada para el colapso (en sus bunkers de Nueva Zelanda) y de hecho hasta lo desea (para generar un megadespapaye, la primera guerra realmente mundial, hambrunas y epidemias sin paralelo, y así eliminar a 95% de la población mundial, y demás lindezas que tú ya conoces). Alguien impidió tan negras intenciones… otra vez.
La ironía
La Fed no puede subir la tasa de interés porque en el mismo acto crearía su propia insolvencia. Me explico. El balance financiero de la Fed es de 4.5 anglotrillones de dólares. Pero su capital está reducido a un miserable 1.3% de sus activos totales (o sea, su “valor neto”). De acuerdo con las reglas contables que se aplican a toda empresa, ese 1.3% es la máxima pérdida que puede sufrir en su operación.
Para la Fed, sus pasivos son el titipuchal de anglotrillones de dizque dólares que ha creado de la nada, en las últimas décadas, en la forma de Federal Reserve Notes (4.5 oficialmente, pero quién sabe cuántos más “bajo la mesa”), para comprar “activos” llamados bonos del gobierno de Estados Unidos. Si subiera la tasa, esos bonos inmediatamente bajarían de precio, se comerían en tres patadas su margencito ridículo de 1.3%... y la Fed quedaría totalmente insolvente. O sea, se daría un tiro en el corazón.
Ergo, no la va a subir jamás. Y dice Bill Bonner: “Las tasas de interés ultrabajas son una forma de delincuencia de cuello blanco: roban el dinero de los ahorradores y se lo dan a los deudores y especuladores”.