HÍPER A LA ZIMBABUE

Cuando cualquier país saca dinero nuevo del aire no hay nada que respalde o mantenga su valor

Guillermo Fárber
Columnas
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¿Tú crees que esto no puede pasar en otros países? Piénsalo otra vez. Está sucediendo hoy y en todo el mundo. Simon Black: https://mail.google.com/mail/u/0/#inbox/FMfcgxwJWhrdhlzllVHLfVqtGDzMKQbh.

“A mediados de la década de 1990 la economía de Zimbabue estaba en serios problemas. El gobierno nacional, bajo su dictador Robert Mugabe, había pasado años confiscando la propiedad privada: bienes raíces, negocios, fábricas, depósitos bancarios, etcétera. Y, como era de esperar, esto tuvo un efecto desastroso en la economía. Ciudadanos productivos y emprendedores talentosos abandonaron Zimbabue en masa. Después de todo, ¿quién querría seguir operando en tan terribles condiciones?

“En unos pocos años todo, desde la producción de alimentos hasta la producción minera y la fabricación, se había desplomado. El sector bancario se derrumbó. El desempleo se disparó. Los ingresos fiscales se secaron. Entonces Mugabe hizo lo que la mayoría de los políticos hacen en esa posición: comenzó a imprimir dinero.

“Este es un viejo truco en el que los gobiernos han confiado durante miles de años. La moneda ‘denario’ de la antigua Roma, por ejemplo, contenía 93.5% de plata a principios del primer siglo después de Cristo, bajo el emperador Trajano. Cuando Aureliano se convirtió en emperador en el siglo siguiente la moneda contenía solo 5% de plata. Y a medida que el denario se hizo cada vez menos valioso los precios en todo el imperio se dispararon. Los comerciantes tenían que seguir aumentando sus precios para recibir la misma cantidad de plata que solían, así que la inflación era desenfrenada”.

Versión africana

“Eso es precisamente lo que sucedió en Zimbabue. El gobierno conjuró cantidades absurdas de dinero de la nada para llegar a fin de mes, pero el nuevo dinero no tenía valor; el gobierno simplemente había creado un montón de papel. Y con billones y billones de nuevos dólares de Zimbabue inundando una economía que sufría una depresión extrema los precios comenzaron a dispararse.

“Para 2000 la tasa de inflación anual de Zimbabue era de 55%. Al año siguiente fue más de 110%. Para 2003 era casi 600% y casi 1,300% para 2006. Pero el gobierno continuó imprimiendo dinero. Para 2008 la tasa de inflación en Zimbabue era tan extrema, que ya nadie podía calcularla. Los economistas estimaron que era tan alta como 800 trillones por ciento. En abril de 2009 el gobierno finalmente tiró la toalla y el ministro de planificación económica del país anunció que el dólar de Zimbabue sería retirado de circulación ‘porque no hay nada que respalde y mantenga su valor’.

“Este es el caso cuando cualquier país saca dinero nuevo del aire: no hay nada que respalde o mantenga su valor. Durante los siguientes diez años Zimbabue no tuvo su propia moneda; la gente usaba dólares americanos, euros, renminbis, rands sudafricanos: cualquier otra moneda que pudieran tener en sus manos. He estado varias veces en Zimbabue y los únicos dólares locales que vi fueron en tiendas de recuerdos o como papel tapiz en los baños”.