Todo movimiento social destinado al éxito recorre un camino en la ruta de la legalidad y la legitimidad que lo robustece y vigoriza. Es así que en una ejemplar senda de congruencia que parte de una causa esencial es como encontramos varios ejemplos triunfales de movilizaciones de conciencia y personas en distintos episodios de la historia mundial.
Sin embargo, cuando la legalidad se flanquea, cuando la legitimidad se cuestiona, cuando la congruencia se corrompe y cuando la causa no existe el riesgo del fracaso y la posibilidad de la confrontación irracional se hacen presentes. Se cae en un juego primitivo de alzar la voz hasta llegar a la estridencia que trata de silenciar al que se tiene enfrente, se desvirtúa la posibilidad de llegar a buen puerto.
Parece sumamente equivocado que un movimiento que cada día se estigmatiza más ante un conveniente encauzamiento de la opinión pública como lo es FRENAAA no se articule en fórmulas probadas si es que de verdad la intención es un cambio positivo en el transcurrir nacional.
De entrada no es posible legitimar a un grupo de mexicanos, cuyo único clamor es que el presidente de la República renuncie sin más contemplaciones que la satisfacción a la inconformidad y el descontento. En una democracia fortalecida es un pilar el respeto a la decisión mayoritaria por las vías de la imperatividad legal; en ello coincidían Tucídides, Platón, Tocqueville, Rousseau, Bolívar, Mandela y un largo etcétera de pensantes.
Si el centro y núcleo de petitorios es que se cometa una ilegalidad por mandato de minorías estamos desvirtuando desde los cimientos la lucha democrática. Si bien es cierto que puede haber inconformidad por la aplicación de la política pública y por los resultados obtenidos, las reales y consolidadas vías para el cambio de mandato son las que se reflejan en una votación popular. Afortunadamente en esa misma lucha por la expresión democrática en el país existen en el horizonte dos fronteras propicias: la elección intermedia de 2021 y la posible revocación de mandato por medio del ejercicio de referéndum en 2022. Sería buena idea lograr una mayor articulación desde lo conceptual en el epicentro del movimiento, para después lograr una mayor articulación en la causa la cual, debo decir, hasta hoy no aparece con claridad y menos aún apuntalada en un diálogo rico y en una discusión de temas que resulten en una agenda de propuestas.
Rasero
Es de cuestionarse si esa inquietud que hoy deriva en franca confrontación está destinada a su vez a empatarse con actores actualmente reconocidos en la política y convertirse por tanto en una real bandera a enarbolarse desde una oposición enriquecida ideológica y propositivamente. No encuentro puntos de contacto con partidos políticos que estarán mediante sus candidatos en las boletas, ni encuentro constancias reales de integrantes del movimiento por incursionar de lleno en la contienda electoral.
Mucho más allá de la fobia política o personal FRENAAA, que lidera Gilberto Lozano, solamente se distingue por razones que inscriben la idea de hacerse visibles mediante la reyerta y la descalificación encolerizada. Su “lucha” lo que aporta es una nueva oportunidad de división y diferenciación clasista que a nadie sirve. Nos lleva a un terreno donde el propio presidente ha irrumpido al catalogarnos como diferentes y a su vez legitima la narrativa de buenos contra malos.
Es una incursión peligrosa que puede crear una masa de inconformidades donde ya no es posible separar sus componentes; no podemos catalogar con igual rasero a los inconformes por la carencia de medicinas para tratar el cáncer, que a los inconformes que quieren un incendio que tiene como chispa de ignición sus personales odios y afrentas.
Si en verdad FRENAAA ha decidido manifestarse mediante un plantón, también debería estar consciente de los costos que una acción así tiene por afectaciones a terceros. Es inusitadamente irónico que su accionar sea idéntico al que tanto se ha criticado; se vuelcan a transformarse en lo mismo que dicen estar combatiendo.
A 14 años del plantón en Reforma existen lecciones aprendidas que aborrecen la sinrazón y el daño al derecho de otros. Si ese es el cometido FRENAAA va en la ruta correcta: esa que profundizará con percepciones y sin argumentos la zanja que está cada día más separando a todos los mexicanos.