En esta era hemos aprendido que el mundo está en constante movimiento, que la información que tenemos hoy seguramente cambiará mañana… cuestionarnos se ha convertido en una necesidad esencial para mantenernos vigentes.
Adam Grant
Hace unos días terminé de leer Think Again, de Adam Grant, un libro que me impactó mucho porque habla de la capacidad de repensar. Repensar como la capacidad que tenemos los seres humanos para cuestionarnos y reinventarnos; para cambiar de opinión y transformar aquello que nos rodea.
El repensar implica retar nuestras visiones, cambiar nuestra opinión para ver las cosas de manera diferente. También observar las cosas con mente siempre abierta, privilegiar la duda sobre la certidumbre y la curiosidad sobre la cerrazón. Y, finalmente, tener la humildad para admitir nuestras debilidades y superarlas.
Es importante hablar de estas ideas porque si deseamos generar un cambio de fondo en nuestras vidas y en nuestro país es necesario profundizar en nuestra mentalidad y en aquellos temas que son fundamentales para transformar nuestros entornos. Es muy importante repensar y reinventarse permanentemente.
Y les comparto todo esto porque este año en la Fundación Azteca de Grupo Salinas cumplimos 25 años, y a lo largo de ese tiempo nos hemos dado cuenta de lo esencial que es repensar nuestras acciones para tener un mayor impacto. Desde hace varios años decidimos cambiar nuestro enfoque y darle un especial foco a la educación. En ese camino hemos tenido grandes aprendizajes, como lo es el gran potencial y resultados que tienen las alianzas y trabajar en equipo para resolver problemas de fondo en nuestro país.
Tras haber tocado más de 132 mil vidas, apoyado a más de 500 organizaciones y convocado a más de 50 millones de personas para participar en programas como Limpiemos México, corroboramos que este éxito no es de una sola persona u organización, sino de todos los mexicanos que participaron en él: sector público y privado, sociedad civil y todos los que decidieron actuar para hacer la diferencia.
Oportunidades
La reflexión que esto nos deja es que articular esfuerzos en favor de la prosperidad de nuestro país no solo es posible, sino exitoso. Y lo es porque cada uno desde nuestra trinchera participamos y ofrecemos una fortaleza. El sector público ofrece escalabilidad y sostenibilidad. El sector privado genera la riqueza, y la sociedad civil la innovación, alcance y flexibilidad. Trabajar y participar juntos nos fortalece.
Es tiempo de repensar nuestra visión sobre cómo abordar los problemas de nuestro país. Así como la Fundación Azteca, hoy existen en el país, de acuerdo al Indesol, más de 42 mil organizaciones que atienden a millones de mexicanos diariamente. Su labor es eficiente y complementa lo que hace el sector público. Imaginen el potencial si encontráramos la forma de actuar juntos de forma constante con el sector público y el privado, imaginen la cantidad de vidas que serían diferentes.
Debemos poner sobre la mesa cómo potencializar estas alianzas para continuar transformando a México, ir más allá de dogmas y convicciones. Buscar puntos de encuentro y propuestas que nos ayuden a generar más oportunidades.
Dice Adam Grant que es muy difícil cuestionarnos porque siempre es mucho más cómodo vivir en el confort de las convicciones que en la incomodidad de la duda. Y es cierto: es muy sencillo pensar y hacer lo mismo, pero sabemos que los resultados también serán iguales. Hoy más que nunca el mundo necesita repensarse: necesitamos reinventarnos con nuevas ideas y quizá podríamos comenzar con trabajar juntos para hacer realidad el país que anhelamos.