RECORTES FINANCIEROS A LA INVESTIGACIÓN EN EU IMPACTAN EN EL MUNDO

“Proyectos de investigación globales dependen de los fondos proporcionados por EU”.

Arturo Moncada
Ciencia
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Investigación EU

La investigación científica ha sido, durante décadas, un motor esencial del progreso en las sociedades modernas, impulsando avances cruciales en salud, tecnología, energía, medio ambiente y un sinfín de áreas.

En Estados Unidos las universidades e instituciones dedicadas a la salud, por ejemplo, han sido pilares en el desarrollo científico global. Sin embargo, en los últimos años los recortes financieros federales, particularmente durante la administración de Donald Trump, han puesto en peligro la estabilidad de la investigación científica.

Las reducciones presupuestarias no solo afectan a la ciencia estadunidense sino que también tienen un impacto global considerable.

Golpe a la investigación científica

Los recortes presupuestales aplicados a diversas instituciones dedicadas a la investigación en Estados Unidos limitan los recursos disponibles para los proyectos que antes contaban con el apoyo necesario para desarrollarse.

Así, por ejemplo, las universidades estadunidenses, históricamente centros de vanguardia en la investigación, se han visto obligadas a adaptarse a esta nueva realidad, como por ejemplo, la reducción de becas.

Por otro lado, los Institutos Nacionales de Salud (NIH, por sus siglas en inglés), que financian una gran parte de la investigación biomédica y de salud en EU, también se han visto gravemente afectados.

Esta situación no solo afectó a los científicos que dependen de los NIH para continuar con sus estudios sino que también reduce la capacidad de Estados Unidos para mantener su liderazgo en áreas clave como la biomedicina, la farmacología y la salud pública.

Impacto global

Como bien sabemos, las universidades y los NIH de EU han sido responsables de algunos de los descubrimientos más importantes de la historia, incluidos avances cruciales en genética, medicina, tecnología y energía. Sin embargo, los recortes financieros han comprometido no solo la ciencia de esa nación sino también la colaboración internacional. Muchos proyectos de investigación globales dependen de los fondos proporcionados por estas instituciones de Estados Unidos.

Los científicos de todo el mundo pueden tener menos acceso a oportunidades de colaboración con instituciones estadunidenses, lo que podría reducir la capacidad de abordar problemas globales, como el cambio climático, las pandemias y las enfermedades crónicas.

De manera particular, el recorte afecta a países en desarrollo que dependen de la financiación internacional para avanzar en sus investigaciones.

Iniciativa privada

Frente a dichos recortes la iniciativa privada ha comenzado a jugar un papel cada vez más importante en el financiamiento de la investigación científica. Empresas de tecnología, farmacéuticas y otras industrias han incrementado sus inversiones, motivadas por el potencial de innovación y rentabilidad de ciertos proyectos, como la biotecnología, la Inteligencia Artificial (IA), la energía renovable y la medicina personalizada.

Empresas como Google, Microsoft, Amazon y grandes farmacéuticas han iniciado iniciativas para apoyar proyectos científicos que, si bien tienen un enfoque comercial, también impulsan avances cruciales para la sociedad.

La creación de fondos de investigación, asociaciones público-privadas y programas de colaboración con universidades son algunos de los métodos adoptados por las grandes corporaciones para garantizar que la investigación científica siga siendo una prioridad.

En el sector farmacéutico, compañías como Pfizer y Merck han financiado investigaciones en áreas como enfermedades raras, cáncer y salud pública, reconociendo que los avances en estos campos no solo pueden beneficiar a la sociedad sino también a sus propios intereses comerciales a largo plazo.

Sin embargo, el hecho de que el sector privado asuma este rol plantea preocupaciones sobre la influencia que el mercado y los intereses económicos puedan tener en las decisiones de investigación. Aunque las inversiones privadas pueden impulsar la innovación, también pueden crear prioridades que favorezcan áreas con retornos más rápidos, en detrimento de investigaciones fundamentales que podrían tardar más tiempo en dar frutos.

Liderazgo en riesgo

Los recortes a la investigación científica impulsados durante la administración de Donald Trump representan una amenaza seria para el futuro de Estados Unidos en el ámbito de la innovación y la competitividad global.

Agencias clave como la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA), el Instituto Nacional de Salud y la Fundación Nacional de Ciencias (NSF) enfrentan disminuciones en sus presupuestos.

Estos recortes no solo limitan el progreso de nuevos descubrimientos sino que también ponen en peligro la capacidad de Estados Unidos para liderar en ciencia y tecnología, sectores que son fundamentales para mantener su posición de liderazgo en la economía global.

Además, la reducción de fondos también obstaculiza la colaboración científica internacional, lo que puede aislar a Estados Unidos de las redes globales de conocimiento.