Ante un caso confirmado se recomienda aislar al individuo, que la persona cuidadora utilice cubrebocas, evitar el contacto directo con lesiones cutáneas, así como lavar la ropa con jabón abundante y agua caliente.
El virus de la viruela símica, o viruela del mono, que pertenece al género Orthopoxvirus, puede transmitirse al humano por contacto directo con los líquidos corporales de animales infectados, entre ellos roedores y primates, aunque también tiene propagación de persona a persona, la cual puede producirse al tener contacto estrecho con saliva, secreciones o pústulas de una persona infectada, o con objetos contaminados recientemente como ropa y utensilios para comer.
Por ello ante un caso confirmado se recomienda aislar al individuo y que la persona cuidadora utilice cubrebocas; evitar el contacto directo con lesiones cutáneas; y la ropa debe lavarse con jabón abundante y agua caliente.
Quienes cuidan a familiares con la enfermedad deben lavar las toallas y sábanas de la persona enferma y los utensilios para comer; además, limpiar y desinfectar superficies contaminadas.
En caso de presentar síntomas los pacientes deben evitar acercarse a otras personas y no acudir a lugares públicos.
De acuerdo con el Informe Técnico Epidemiológico emitido por la Secretaría de Salud (SSA) el 30 de agosto, en México se registran 504 casos de viruela del mono en 25 estados.
La entidad más afectada es la Ciudad de México con 379 positivos de este padecimiento, seguida de Jalisco (84) y el Estado de México (31). Hasta el momento solo una persona ha perdido la vida a causa de un choque séptico, neumonía adquirida e infección por Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH-sida). Durante su atención médica se identificó con lesiones compatibles con viruela símica y, al practicarle la prueba para comprobar o descartar el hecho, resultó positiva.
En promedio la enfermedad dura 21 días. Se puede prevenir al evitar contacto físico directo con personas enfermas o que se sospecha pudieran tener la infección. El contacto sexual es una actividad que debe tomarse en cuenta, ya que se contagia por contacto muy estrecho entre dos o más personas. Existen prácticas que pueden incrementar el riesgo, como sexo con desconocidos, el uso de los llamados cuartos oscuros o fiestas sexuales; esto debido al contacto estrecho entre las personas durante esas actividades.
Ana Lorena Gutiérrez Escolano, investigadora del Departamento de Infectómica y Patogénesis Molecular del Centro de Investigación y Estudios Avanzados (Cinvestav), considera que “es relevante que la enfermedad haya sido declarada como una emergencia, porque eso permitirá incrementar la vigilancia epidemiológica y controlar su propagación”.
Destaca que en un inicio los casos de viruela símica, reportados en mayo de 2022, no tenían origen en el país en el cual se detectaron sino en África occidental y central, donde la enfermedad es endémica. Sin embargo, esto ya cambió, como también la forma en que se propaga la infección, ya que la transmisión del virus se daba principalmente a partir del contacto de un animal infectado con un humano y ahora el contagio entre personas va en aumento.
La investigadora del Cinvestav explica que en cuanto al intervalo entre la infección con el virus de la viruela símica y la aparición de los síntomas de la enfermedad es de siete hasta 21 días y se distinguen dos etapas.
La primera se caracteriza por fiebre, dolor de cabeza, lumbar y muscular, además de fatiga e inflamación de los ganglios linfáticos (ubicados en varios sitios del cuerpo, entre ellos el cuello).
En la segunda fase se presenta la erupción cutánea en la cavidad bucal, cara, palmas de las manos, plantas de los pies y se extiende al tronco; las lesiones inicialmente son pequeñas, rojas y con una base plana, que se transforman en pústulas llenas de líquido amarillento, las cuales finalmente se secan y con ello termina la infección.
La información de los síntomas es relevante porque permite identificar a quienes están infectados, proceder a su aislamiento y brindarles tratamiento adecuado. Esto junto a la aplicación de vacunas licenciadas para prevenir la viruela símica a grupos en riesgo, como ya sucede en algunos países, incluidos los trabajadores de la salud, personas que manejan animales, embarazadas, niños o individuos inmunocomprometidos podría limitar la transmisión de la enfermedad de persona a persona.
“Otro aspecto con potencial de influir en el control de la enfermedad a escala global es que el virus causante de la viruela símica, cuyo material genético es de ADN, muta menos en comparación con los de ARN, como es el caso del SARS-CoV-2, y con ello disminuye la posibilidad de que se vuelva más infeccioso”, explica Gutiérrez Escolano.
Además del Covid-19 y la viruela símica también han sido consideradas como emergencia de salud pública internacional la pandemia de gripe aviar A/H1N1 en 2009, la propagación del virus de la poliomielitis en 2014, el brote y epidemia de ébola en 2014 y 2018, respectivamente, y la epidemia de zika en 2016, recuerda la especialista.
Emergencia de salud pública
La Organización Mundial de la Salud (OMS) en los últimos 15 años ha declarado solo a siete enfermedades como emergencia de salud pública internacional, entre ellas el Covid-19 y, en julio pasado, el brote de viruela símica.
De acuerdo con un informe del organismo sanitario del 10 de agosto suman 27 mil 814 casos confirmados de viruela símica en 89 países y se registran un total de once muertes, cuatro de ellas fuera de África, como son los casos de España, Brasil e India.
El último reporte registra una reducción de 20% de casos en Europa, pero crece en el continente americano, donde Estados Unidos encabeza la lista. “En América Latina, la concienciación y las medidas de salud pública insuficientes se combinan con la falta de acceso a vacunas para avivar las llamas del brote”, advirtió Tedros Adhanom Gebreyesus, director general de la OMS.
Mientras los casos de viruela símica siguen en aumento en varios países de América, los Estados miembros de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) consideran una resolución para hacer frente al brote, que incluye el apoyo al acceso equitativo a la vacuna para las poblaciones en mayor riesgo.
Y es que hasta la fecha se notificaron más de diez mil infecciones por viruela símica en 24 países desde el inicio del brote, lo que representa 38% de los casos mundiales. “Creemos que cuando las medidas recomendadas se aplican adecuadamente podemos detener la transmisión del virus de la viruela símica”, dice la directora de la OPS, Carissa F. Etienne.
Actualmente solo existe una vacuna de tercera generación contra la viruela símica en el mundo y la elabora un solo productor, la empresa danesa Bavarian Nordic (Bava), la cual declara que no está segura de poder responder a la demanda, por lo que considera que subcontratará a otras y les transferirá su tecnología.