El Comité Nacional para la Vigilancia Epidemiológica (Conave) emitió el Aviso Epidemiológico de Rabia Humana debido al reciente caso de rabia detectado en un perro en el estado de Sonora; el contagio, confirmado por fauna urbana en Nayarit, derivado de la agresión a una persona por un gato sin antecedente de vacunación, la notificación de dos casos confirmados (uno por laboratorio y otro por asociación epidemiológica), y uno probable, seguido de la notificación de tres sospechosos más en enero de 2023 por agresión por murciélago.
Sobre el reciente caso detectado en un perro en el estado de Sonora, se da seguimiento a nueve personas que tuvieron contacto de riesgo con el animal contagiado. La caracterización antigénica identificada es la variante V7 asociada al zorro gris, lo que confirma que el perro fue agredido por un animal de vida silvestre que lo contagió de rabia.
El aviso epidemiológico está dirigido a todas las unidades médicas, de vigilancia epidemiológica y de la Red Nacional de Laboratorios de Salud Pública, y establece las definiciones operacionales de caso sospechoso, probable, confirmado y descartado, con base en las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
La rabia transmitida por mamíferos selváticos ha tomado mayor importancia; el transmisor más frecuente es el murciélago hematófago (Desmodus rotundus). En los últimos cinco años se registraron 65 casos de rabia humana en la región de las Américas, de los cuales, 66 por ciento fue transmitido por mamíferos selváticos.
La rabia humana es una zoonosis —enfermedad de los animales transmitida a personas por contagio directo con el animal enfermo—, que provoca encefalitis aguda y progresiva. Puede manifestarse de forma furiosa o paralítica. La fase neurológica cursa con lapsos de lucidez y delirio, respiración rápida, parálisis de nervios craneales, músculo-cardiacos y respiratorios.
De acuerdo con la OMS, este virus se encuentra distribuido en todos los continentes, con excepción de la Antártida, y presenta letalidad prácticamente de 100 por ciento. Cada año, la rabia ocasiona más de 60 mil defunciones a nivel mundial, 95 por ciento se concentra en Asia y África, y hasta 99 por ciento es transmitida por perro.
En la región de las Américas, a partir de la puesta en marcha, en 1983, del Programa de Eliminación de la Rabia Humana transmitida por perros, disminuyó la incidencia:de 355 casos notificados en ese año, a dos en 2020.
La rabia urbana se define cuando el virus se transmite por perros y gatos, y rabia selvática en casos de contagio por muerciélagos (quirópteros), coyotes, zorros, zorrillos, mapaches y otros mamíferos. Las vacas, cabras, ovinos, cerdos, caballos, burros, entre otros, son susceptibles a esta enfermedad y pueden transmitirla por contacto con el ser humano.
En México, el periodo de incubación es de seis a 249 días, con promedio de 69, y la variabilidad depende de la especie transmisora y el sitio de inoculación del virus.
No existe tratamiento específico. Ante riesgo grave de exposición, se recomienda aplicación de vacuna antirrábica humana e inmunoglobulina antirrábica. En caso de ser leve, solo la vacuna antirrábica humana.
En 2019, México se convirtió en el primer país en recibir la certificación por parte de la OMS por haber eliminado la rabia transmitida por el perro como problema de salud pública.