Cada año, 17.9 millones de personas pierden la vida por enfermedades cardiovasculares (ECV), de ahí que sea la causa número uno de muertes a nivel mundial. Si bien existen muchos factores de riesgo para desarrollarlas ---tabaquismo, obesidad e hipertensión arterial---, se sabe que la diabetes mellitus tipo 2 (DM2) incrementa de dos a cuatro veces la probabilidad de presentar infartos cardiacos o cerebrales en comparación con alguien que no la padece.
Aunque las ECV son el principal motivo de discapacidad, urgencias médicas y muerte en adultos con DM2, en la actualidad, a consecuencia del impacto del SARS CoV-2, que causa la enfermedad de Covid-19, se enfrentan a una doble amenaza. Por un lado, corren el riesgo de presentar manifestaciones más graves del virus y, por otro, pueden abandonar su tratamiento debido al encierro y miedo al contagio.
“Durante los seis meses que llevamos de pandemia hemos visto que los pacientes, sobre todo los adultos mayores, dejan de asistir a sus consultas médicas, olvidan tomar sus medicamentos, se vuelven sedentarios o suelen deprimirse porque no pueden salir de casa, situación que ha contribuido con un incremento de ingresos hospitalarios por complicaciones crónicas que se suman a las cifras de casos en unidades de cuidados intensivos y muertes asociadas a COVID-19”, sostuvo Genaro Hiram Mendoza Zavala, Gerente Médico del Área Cardiometabólica de Boehringer Ingelheim México Centroamérica y El Caribe, en el marco del Día Mundial del Corazón que se conmemora el próximo 29 de septiembre.
En México, por ejemplo, la Secretaría de Salud ha reportado que el 73% de los decesos causados por este nuevo coronavirus presentan una o más comorbilidades, las cuales desembocan en enfermedades cardiovasculares. “Aunque muchas personas han logrado superar con éxito esta condición, lamentablemente existen otras que perdieron la vida en una batalla desigual contra este virus”, agregó.
Si bien no se sabe qué curso tomará la situación a futuro, “hoy más que nunca quienes viven con diabetes tipo 2 deben extremar las medidas de seguridad emitidas por las autoridades sanitarias y mantener su hemoglobina glucosilada A1C (parámetro que mide el promedio de azúcar en la sangre durante los últimos 3 meses) más cerca de lo normal; es decir, por debajo del 5.7%. Esto únicamente se logrará mediante un plan de alimentación, ejercicio y adherencia terapéutica, lo que significa no dejar de tomar los medicamentos prescritos por su médico ni subestimar cualquier síntoma respiratorio, entre ellos fiebre, tos seca y dificultad para respirar”, expuso el también Cardiólogo.
Por su parte, Sonia Citlalli Juárez Comboni, Líder del área Cardiometabólica de Boehringer Ingelheim México, Centroamérica y El Caribe explicó que, entre todas las opciones terapéuticas que existen para el control de la DM2, desde hace un par de años la comunidad médica mexicana cuenta con medicamentos de última generación como es el caso del inhibidor del cotransportador sodio-glucosa tipo 2 (iSGLT2), un antidiabético oral de la Alianza Boehringer Ingelheim y Eli Lilly (BI-Lilly) que, además de ayudar a los adultos a controlar su diabetes, protege su corazón y los previene del riesgo de muerte cardiovascular.
“Los múltiples estudios clínicos realizados en los últimos años con este antidiabético oral, el cual ha demostrado disminuir la mortalidad cardiovascular, teniendo efectos benéficos sobre el azúcar en sangre y la presión arterial, un punto esencial si se considera que siete de cada 10 adultos con DM2 tiene sobrepeso u obesidad. Hasta ahora ninguna terapia antidiabética había sido capaz de proteger el corazón con un alto perfil de seguridad y eficacia, lo que la sitúa en una posición única frente al resto de los antidiabéticos orales”, dijo.
Explicó que el control de la diabetes con dicho iSGLT2 tiene un alto valor para los pacientes, pues la presencia de hiperglucemia (niveles altos de azúcar en la sangre) eleva la probabilidad de tener complicaciones macro y microvasculares que pueden producir daños importantes en ojos, riñones, nervios, cerebro y corazón, entre otros órganos y tejidos del cuerpo, de ahí que 6 de cada 10 fallezca por alguna enfermedad cardiovascular.
México ocupa el sexto lugar en el mundo con más de 12 millones de personas con diabetes entre 20 y 79 años de edad, de las cuales cerca del 47% no previene complicaciones como las enfermedades cardiovasculares. De hecho, una encuesta realizada por la Federación Internacional de Diabetes reveló el desconocimiento que existe entre las ECV y la DM2, de ahí que 1 de cada 4 pacientes piensa que no tiene riesgo cardiovascular, mientras que 2 de cada 3 no saben sus síntomas.
Ante la necesidad de generar un mayor conocimiento en la población, Juárez Comboni comentó que la Alianza BI-Lilly, alineada estratégicamente a las actividades de la Federación Mundial del Corazón (World Heart Federation) este año desarrolló la campaña “Conecta con tu corazón” (Connect with your Heart), que insta a las personas que tienen alto riesgo cardiovascular a proteger su corazón y el de sus seres queridos, particularmente durante la pandemia de COVID-19.
Se trata, señaló, de una iniciativa enfocada en educar a los pacientes sobre la conexión que existe entre la DM2 y ECV como la Insuficiencia Cardiaca. “Conectar con el corazón” es una analogía para enfocar los esfuerzos en la lucha contra las enfermedades cardiovasculares. También, representa una forma de reconocer la labor de las organizaciones civiles, grupos de apoyo y cuidadores, así como agradecer a los profesionales de la salud su labor y compromiso al frente de la crisis sanitaria”.
“Una manera de apoyar el movimiento, durante la conmemoración del Día Mundial del Corazón, es vestirse de color rojo, tomarse una foto y compartirla en las redes sociales con alguno de los hashtags #ParaSuDulceCorazón, #UsaElCorazón o #ConectaConTuCorazón y utilizar el filtro “Use Heart” que la Federación Mundial del Corazón ha lanzado en el canal de Instagram @worldheartday disponible al deslizar el dedo hacia la izquierda en la sección de fotos de @worldheartday.