Si el deseo sexual disminuyó en tiempos de pandemia, hay solución para ello

La rutina y el exceso de convivencia, en ocasiones se oponen al deseo y a la sexualidad

Lorena Ríos
Bienestar
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Jiri Miklo

A pesar de que aún no existe evidencia científica que explique el impacto de la pandemia en la sexualidad de la población; sin embargo, el estrés que se vive a diario, y que termina convirtiéndose en ansiedad, puede provocar que el sexo en lugar de reducir estas emociones negativas, se vuelva una privación.

Y es que, ¿quién no se ha cuestionado su relación de pareja por el aumento de convivencia en todo momento en un mismo espacio?, ¿quién no ha analizado el estado de su sexualidad en esta etapa de confinamiento?, o ¿quién de plano ni siquiera piensa en este tema?

La sexualidad es parte fundamental para los individuos, y estaba tan presente, que hemos perdido de vista su importancia y en esta etapa de confinamiento, lo hemos normalizado; sin embargo, Edelmira Cárdenas, Master en sexualidad explica el riesgo de convertirse en un trastorno.

“Esta etapa ha impactado emocionalmente, de manera diferente a cada persona, cada quien tiene su propia historia del confinamiento y existen personas que durante la cuarentena no están manteniendo su deseo sexual como antes, algunas lo intensifican, pero otras también lo han inhibido, por cotidianidad o por algunos otros aspectos como lo es la depresión, estrés, miedo, incertidumbre y la ansiedad que impactan negativamente la libido”, comenta la especialista.

A través de la actividad sexual se libera tensión, mejora el sistema inmune y la salud cardiovascular; promueve un buen estado de ánimo, aumentando la autoestima y la intimidad emocional.

Pero también existe algo llamado trastorno de deseo sexual hipoactivo, y es más común de lo que crees. La inhibición del deseo es una disfunción sexual muy frecuente entre las mujeres y también la padecen los hombres. Y esto se ha convertido en un problema en las relaciones de pareja, señala Cárdenas.

Los primeros síntomas se presentan cuando no tienes ganas de tener “alguna” actividad sexual, no te atrae el encuentro y tampoco te apetece.

Se presenta en dos vertientes:

La primera es totalmente situacional, es decir, el deseo sexual con la pareja es nulo, pero si aparece en otra situación.

La segunda es generalizada; es decir, siempre en el día a día y en el vivir, no se tienen las ganas de tener actividad sexual y hasta cierto punto les incomoda el tema, en pocas palabras se pierde el ánimo y la motivación.

Edelmira Cárdenas invita a dar el primer paso para contrarrestar esta situación, a través de un tratamiento integral, “estar consciente que tenemos un cuerpo y lo tenemos que cuidar, pero también lo tenemos que venerar y lo tenemos que honrar. Y el deseo sexual te hace sentir vivo”.

El trastorno de deseo sexual hipoactivo puede tratarse de la mano de un profesional de la salud con prasterona ya que es un regulador de la síntesis de hormonas tanto femeninas como masculinas. Ayuda a mejorar la lubricación femenina y aumenta el deseo sexual

Este trastorno se presenta con mayor frecuencia cuando vivimos en pareja. ¿Por qué ocurre? Los síntomas se agudizan y por lo tanto, no se segregan esas sustancias que generan el deseo sexual. Además de las acciones cotidianas, la molestia de no ayudar en casa, de no sentirse deseada/o, atraída/o o reconocida/o, la ausencia de detalles, el tono de las palabras, el cuidado de los niños, etc, circunstancias que nos llevan definitivamente a que el deseo sexual disminuya considerablemente.

Edelmira Cárdenas sugiere acudir con un especialista cuando no existe una coordinación de frecuencia de deseo, es decir cuando uno de los dos tiene más ganas de tener intimidad y el otro no. Además de “fomentar día a día el autoestima sexual, sin importar la edad, ya que algunas mujeres mayores de 50 años creen erróneamente que después de climaterio y menopausia están desahuciadas sexualmente y no es así”.

Existe más prevalencia en las mujeres por proceso además de biológico, sicológico y emocional. Las mujeres tardan en promedio 20 minutos para que el piso pélvico se llene de sangre y se exciten los canales nerviosos.

Es por eso que la especialista sugiere algunos tips que se pueden utilizar y adoptarlos como hábitos:

Construye tu deseo, escúchalo, degústalo

Evoca el erotismo

Trabaja en tu sensualidad

Fomenta la conexión y la complicidad, con ideas que favorezcan intimidad emocional

Evita estar en estado constante de alerta por la pandemia

Mantén espacios de individualidad y soledad, en medida de que la realidad familiar lo permita, para después estar más predispuesta/o

Y sobre todo no te olvides de las emociones, de la parte humana, de la espiritualidad, todo se puede vivir.

“Es evidente pero no normal que, ante este panorama, el apetito sexual se vea disminuido e, incluso, desaparezca, pero no se debe mantener oculto, no es vergonzoso y mucho menos penoso, porque por esta razón se ha dejado de lado la salud sexual, concluye.