El Día Internacional para la Reducción de Desastres (DIRD) designado por la Organización de las Naciones Unidas ONU, y celebrado cada 13 de octubre tiene el objetivo de promover una cultura mundial para la reducir el impacto de los desastres naturales, incluyendo la prevención y mitigación, al igual que actividades de preparación ante los diversos fenómenos naturales y provocados por el hombre en los cuales se pierden un gran número de vidas.
Daniel Sánchez Arreola, presidente de la Sociedad Mexicana de Medicina de Emergencia (SMME) destacó la importancia de concientizar aun más a gobiernos y a la opinión pública para tomar medidas encaminadas a minimizar los riesgos ante los desastres que en general generan un impacto negativo y mayor cada año sobre todo en países en vía de desarrollo como México.
Por ello, mencionó pasos importantes a seguir como;
Conocer los peligros y amenazas a los que estamos expuestos; analizar y conocer los fenómenos que pueden suceder y cómo nos pueden afectar tanto en la individual como en lo colectivo.
Identificar y establecer a nivel nacional, estatal, municipal y comunitario, planes de respuesta y análisis de riesgos enfocados a los desastres más comunes en cada región.
Diseñar acciones y programas para mitigar y reducir estos riesgos antes de la ocurrencia de los fenómenos, a través del reforzamiento y adecuación de la infraestructura de los servicios de emergencia, del sector salud y de las instituciones gubernamentales además de preparar a la población para que sepa qué hacer antes, durante y después de una contingencia.
Además, uno de los aspectos más importantes y necesarios sin duda es reforzar la preparación que deberían tener los hospitales de todo sector salud para garantizar su capacidad para seguir funcionando en situación emergentes, y aunque en la actualidad esto se realiza por medio de programas como Hospital Seguro, debemos de trabajar más en unificar un solo protocolo nacional de actuación hospitalaria ante casos tanto de desastre interno como externo y evitar situaciones lamentables como las ocurridas en Tula Hidalgo, agregó el especialista.
Hospital Seguro es de carácter preventivo en materia de seguridad hospitalaria y su propósito es contar con establecimientos de salud con servicios que permanezcan accesibles, funcionando a su máxima capacidad, dentro de su misma infraestructura, y con ello, asegurar el otorgamiento de servicios en una situación de emergencia o desastre.
Por eso es importante hacer énfasis en que se debe trabajar en un protocolo unificado que permita que cada hospital en nuestro país pueda ser considerado un establecimiento seguro con instalaciones resistentes, bien planeadas y con la capacidad de mantener la continuidad de sus servicios aun en situaciones emergentes.
Bajo estos principios, es necesario y urgente mejorar los planes de preparación y respuesta de los hospitales para responder ante emergencias y desastres, que es justo cuando la población afectada más los necesita y lograr mantener su operación y funcionamiento durante e inmediatamente después de acontecido un fenómeno natural.
“Para países como México que año con año viven eventos meteorológicos extremos es apremiante continuar trabajando para obtener mucha mayor resiliencia y disminuir el rezago social, educativo, de salud y de servicios básicos. Por consiguiente, la reducción de riesgo de desastres requiere de la cooperación internacional y necesita de la participación de todos los segmentos de la sociedad, de todos los componentes del gobierno y de todos integrantes del sector privado y profesional”, finalizó el experto.