Malos hábitos en cuarentena frenan el crecimiento de los niños

Vida sedentaria y alimentación deficiente

Lorena Ríos
Bienestar
Compartir
Estatura niños Sergey Novikov (1).jpg
Sergey Novikov

Durante la cuarentena, un sector de la población que ha resultado notablemente afectado por el cambio de vida ha sido el infantil, ya que expertos alertan que el sedentarismo, la alteración en los horarios de sueño-vigilia, el uso de dispositivos electrónicos por tiempo prolongado y una alimentación deficiente, pueden crear las condiciones propicias para restar centímetros al crecimiento de los niños.

Carlos Antillón Ferreira, especialista en Endocrinología Pediátrica, señaló que tanto niños como adolescentes han tenido que cambiar drásticamente sus hábitos de vida, ya que dejaron de asistir a la escuela y disfrutar de los juegos al aire libre con sus amigos o compañeros, lo que, aunado al estrés y ansiedad que el encierro ocasiona en los menores, contribuye a frenar su crecimiento y desarrollo normales.

El especialista hizo un llamado a los padres de familia a poner más atención en el crecimiento de sus hijos y señaló que durante la cuarentena, éste depende en parte importante de los hábitos que tengan. “Como el crecimiento infantil es regulado por muchos factores, recomiendo a los padres vigilar que sus hijos mantengan buenos hábitos en cuanto a actividad física, alimentación y sueño.”

Actividad física

Debido al confinamiento, los niños no pueden jugar al aire libre, nadar, correr, andar en bicicleta o realizar cualquier actividad que por lo general solían hacer con regularidad. Antillón comentó que “la falta de actividad física pone freno al crecimiento normal de los niños. Por este motivo, es recomendable que los padres motiven a sus hijos a que hagan al menos, entre 40 y 50 minutos de ejercicio diariamente, lo que además de estimular el crecimiento, es clave para una buena salud mental.”

En estos días de cuarentena, es común ver a los niños sentados frente a dispositivos electrónicos como tablets o teléfonos celulares, lo que les resta mucha movilidad. “Para resolver este problema, los padres tienen que establecer horarios para que sus hijos lleven a cabo todas sus actividades del día en forma regular.”

Dormir bien

El especialista advirtió que la afición a los videojuegos altera los horarios de sueño de los niños y que esto puede restar centímetros en su crecimiento. “Existe el mito de que si un niño se desvela con los videojuegos y va a dormir a la 1:00 o 2:00 a.m., su sueño será reparador si se levanta a las 11:00 a.m. o 12:00 p.m., lo cual es una creencia errónea. Mientras más horas pase el niño dedicado a los videojuegos u otros dispositivos electrónicos y se desvele en forma habitual, menos centímetros va a crecer, ya que el 70% de la hormona del crecimiento se libera entre las 10 de la noche y las 6 de la mañana, siempre y cuando los niños estén dormidos.”

Asimismo, el especialista explicó que una dieta saludable es vital para que el crecimiento y desarrollo del niño sean óptimos. “La dieta diaria de un niño debe incluir proteínas, carbohidratos y grasas de buena calidad, abundantes frutas y verduras. Es necesario evitar el consumo excesivo de grasas saturadas, azúcares, carbohidratos y alimentos procesados o industrializados, sobre todo en estos días de confinamiento, y siempre ir de la mano con las indicaciones del pediatra.”

Medir el crecimiento

Antillón Ferreira explicó que, en un esquema de crecimiento normal, en estos tres meses de confinamiento los niños pudieron haber crecido 1.5 centímetros. En la adolescencia el ritmo de crecimiento se acelera habitualmente.

“Los padres pueden medir el crecimiento de sus hijos en algún muro de la casa que permita hacerlo. Y cuando llegue el momento de regresar a la escuela, el crecimiento o la falta de él podrá ser comparable con el de sus compañeros y será más notable.”

Para identificar si existe un problema con el crecimiento del niño, es importante conocer los estándares de un crecimiento normal. Existe una guía que se conoce como la “regla de los cinco” que señala los rangos de crecimiento para un niño sano, los cuales son:

Del nacimiento a 1 año: 25 centímetros.

De 1 a 4 años: 10 centímetros por año.

A partir de los 4 años y hasta la pubertad: 5 centímetros por año.

Alrededor del 80% del crecimiento de un niño ocurre antes de la pubertad, y durante la adolescencia se da un rápido proceso de crecimiento, periodo al final del cual se alcanza la estatura de adulto. Para las niñas, la pubertad suele iniciar entre los 10 y 11 años y en los varones entre los 12 y 13 años.2

“Por ello es importante que, si notan que su hijo no crece de manera normal, los padres consulten al endocrinólogo pediatra antes o al inicio de la pubertad, lo que permitiría estar a tiempo de tratar la deficiencia en la hormona de crecimiento, para lo cual se utiliza una hormona llamada somatropina, cuya estructura es idéntica a la producida naturalmente por el ser humano y con los mismos efectos”, afirmó.

Como mensaje final el especialista en Endocrinología Pediátrica insistió en que los padres deben cuidar los buenos hábitos de los niños, con seguimiento pediátrico, y estar al pendiente de las deficiencias en el crecimiento para que reciban tratamiento oportuno y el niño pueda tener un desarrollo normal.