El cáncer cervicouterino es el cuarto cáncer más común y la mayoría de las muertes las sufren mujeres que viven en países en desarrollo como México. “La prueba de diagnóstico más común de esta enfermedad data de hace 80 años y aunque gracias a ésta, la mortandad e incidencia de este tipo de cáncer disminuyó; sin embargo, esta prueba requiere infraestructura, es muy poco sensible y para muchas pacientes es incluso riesgosa”, expuso el doctor Alberto Checa, director Científico de ATSO PHARMA.
Dicha enfermedad puede prevenirse con detección temprana. Por ello, la Organización Mundial de la Salud (OMS) estableció como objetivo para este año erradicar este padecimiento apoyando el diagnostico oportuno.
Ante ello, ATSO PHARMA creó una tecnología, única en su tipo, que consiste en la detección de biomarcadores en sangre que sólo aparecen ante la presencia de cáncer o lesiones en el cérvix. Esta prueba puede diagnosticar eficazmente lesiones cancerosas con una precisión de 90%.
Gracias a esta tecnología, la empresa se hizo acreedora al “Premio IMPI a la invención mexicana” que otorga por segunda ocasión el Instituto Mexicano de Propiedad Industrial con el objetivo de promover la cultura de la protección a través de patentes, modelos de utilidad y diseños industriales, en el marco del Día del inventor mexicano.
Al recibir el reconocimiento, el directivo aseguró que “esta innovación significa que muy pronto México les aportara a todas las mujeres del mundo una alternativa de tamizaje más eficaz, segura, portable, económica, fácil de usar, menos invasiva e inmediata”. Además, reveló que “los primeros prototipos estarán listos este mismo año y esperamos que, así como el IMPI detectó el enorme potencial de esta invención mexicana, podamos llevar este método de diagnóstico a todas las mujeres, empezando por las que se encuentran en situación de vulnerabilidad”.
Esta prueba permitirá que más mujeres tengan acceso a un diagnóstico temprano y, según el Instituto Americano de Investigaciones sobre el Cáncer, se podrían salvar más de 275 mil vidas, logrando un impacto económico de 59 mil millones de dólares al año.
Esta innovación, orgullosamente mexicana, ya está en proceso de registro en otros países y es una solución única de vanguardia a gran escala dirigida a todas las mujeres del mundo, que cambiará la vida de miles de ellas al transformar para siempre los procedimientos de detección de lesiones precancerosas y el cáncer de cuello uterino.
Según datos de la OMS, cada minuto una mujer es diagnosticada con cáncer cervicouterino en el mundo, más de 500 mil casos al año de tumores de cérvix, ocasionando la muerte de 260 mil personas.
México no es la excepción, es la cuarta causa de muerte en mujeres en nuestro país. El diagnóstico es la clave para cambiar estas cifras, ya que 97% de los casos podría ser prevenibles y 90% podrían ser curable si fueran detectados a tiempo. Lamentablemente, sólo 30% de las mujeres del mundo se someten a pruebas de detección de cáncer de cuello uterino.