De acuerdo con el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), 9 de cada 10 mexicanos padecen caries o enfermedad de las encías (periodontal). Esta situación se atribuye al elevado consumo de alimentos con azúcar refinada, falta de higiene y deficiente cepillado. Se estima que en México 70% de menores de 18 años y 5 de cada 10 niños mayores de 3 años presentan enfermedades odontológicas, mientras que 8 de cada 10 adultos mayores de 60 años sólo tienen 10 piezas dentales.
La sensibilidad dental adicional a los problemas como lo es la enfermedad periodontal y las lesiones cariosas es uno de los padecimientos de mayor consulta al acudir al odontólogo, pero ¿por qué duelen los dientes cuando las personas consumen algún alimento o líquido muy frío? Esto se debe a las estructuras anatómicas y micro anatómicas de los dientes, al estar expuestas a factores externos comunes como lo son alimentos fríos o calientes, dulces o ácidos.
Si al consumir algún alimento o bebida con estas características sufres algún tipo de dolor agudo o repentino, esto puede ser una de las señales de la sensibilidad dental y de que algo no esté del todo bien en tus dientes.
Tus dientes se vuelven sensibles al frío y al calor, cuando la estructura dentro del diente llamada “dentina” queda expuesta. Esto puede ocurrir si tienes una enfermedad en las encías, como lo es la periodontitis en donde se pierden las estructuras de soporte de tus dientes, como lo es el hueso o las encías, o si existe un desgaste del esmalte. La dentina, la parte que le da el color a tus dientes, está llena de pequeños canales llamados túbulos dentinarios que llegan directamente al nervio en el centro del diente.
Esta es la razón por la que, cuando comes o bebes algo frío o caliente, puede estimularse el nervio dentro del diente y causar un estímulo doloroso o incómodo cuando esta estructura se encuentra expuesta o afectada.
Para poder tener un diagnóstico correcto, es necesario visitar al dentista, el cual será el encargado de identificar la causa asociada a los signos y síntomas de la sensibilidad dental y descartar cualquier otra posible causa de la molestia dental, como una posible caries, o infección, o enfermedad periodontal o alguna lesión en tu boca.
Causas por las cuales presentan sensibilidad dental:
La principal es no tener una técnica de cepillado dental adecuado. Recuerda que no todos los cepillos dentales son para todos; debes de identificar con la ayuda de un odontólogo cuál es el mejor cepillo para ti y de qué manera debes utilizarlo para no dañar tu esmalte y evitar la sensibilidad a las temperaturas o a los alimentos.
El bruxismo, o el apretar los dientes de manera consciente o inconsciente, resultará en mayor o menor medida en la destrucción o fractura del esmalte, si tú te identificas con este padecimiento será necesario usar guardas oclusales para evitar fracturas en tus dientes y evitar así la sensibilidad.
Si te sometiste a algún tratamiento dental dentro del último mes, es relativamente normal el presentar una sensibilidad transitoria. Es decir, esta sensibilidad tendrá que desaparecer por completo en un lapso no mayor a un mes. Estos tratamientos pueden ser desde una limpieza dental o hasta algún tratamiento como una eliminación de caries.
La sensibilidad dental también es relativamente normal posterior a un tratamiento de blanqueamiento dental profesional, pero usualmente desaparece en 1 ó 2 días después del blanqueamiento dental, recuerda la importancia de evitar alimentos colorantes durante el tiempo que te indique el odontólogo tratante.
La hipersensibilidad dentinaria puede presentarse en la adolescencia, pero se observa más comúnmente en la población de adultos jóvenes.
El tratamiento para eliminar la sensibilidad es amplio y depende de cada caso. Estos tratamientos abarcan desde lo más común como son las pastas dentales con diferentes componentes como el nitrato potásico o el flúor, tratamientos remineralizantes derivados de la caseína, guardas oclusales para disminuir el impacto del bruxismo, técnicas de cepillado individualizadas para cada paciente, cepillos de cerdas suaves y/o eléctricos, tratamientos periodontales para cubrir las encías (en caso de que las raíces se encuentren expuestas), eliminación de caries, limpiezas dentales regulares y evaluaciones periódicas con el odontólogo.
Para evitar la sensibilidad dental, es necesario acudir con un profesional para que realice una evaluación completa de tus dientes, basado en la historia clínica y un examen bucal diente por diente. Mientras tanto, evita alimentos altos en azúcares o cambios bruscos de temperatura en tus dientes, cepíllalos mínimo 3 veces al día con pastas dentales fluoradas, usa hilo dental y enjuagues que tu odontólogo te recomiende.