La colonoscopía es un procedimiento que ayuda a reducir hasta 67% el riesgo de cáncer colorrectal y de muerte por esta causa, porque a través de este estudio médico se puede detectar tejido inflamado, úlceras y pólipos que deben atenderse de manera oportuna, señalaron médicos especialistas.
En México, cada año se diagnostican en promedio 14 mil 900 nuevos casos de cáncer colorrectal, según datos de Globocan, y 95 por ciento de ellos se origina en un pólipo, una pequeña masa de tejido que se desarrolla y crece en el colon y/o recto.
“Se estima que una de cada 20 personas presentará cáncer colorrectal a lo largo de su vida, y la colonoscopía es un estudio con una eficacia que nos da la capacidad de visualizar la mucosa de todo el colon y recto para detectar y remover pólipos en el mismo procedimiento”, afirmó la doctora Alejandra Noble Lugo, subjefa de Enseñanza en el Hospital Español, durante una conferencia virtual titulada “Colonoscopía, gold standard para el diagnóstico de CCR”, organizado por Asofarma.
Uno de los objetivos de las pruebas de detección es buscar cáncer en las personas que no presentan síntomas, de manera que si durante el procedimiento se encuentra un área de apariencia sospechosa, se remueve y se envía a estudio histopatológico. La colonoscopía tiene una eficacia superior a 90%, por eso es considerada el gold standard para el diagnóstico de cáncer colorrectal.
La doctora Angélica Hernández Guerrero, ex presidenta de la Asociación Mexicana de Gastroenterología, explicó que el cáncer colorrectal es un tumor que a nivel mundial ocupa el tercer lugar como causa de muerte y como cuarta causa en México, crece en la luz del intestino grueso y en etapas iniciales no da síntomas.
Las personas mayores de 50 años, sin historia personal o familiar de la enfermedad, son consideradas población de riesgo promedio, quienes al igual que aquellas personas con factores de riesgo con obesidad, tabaquismo, consumo alto de alcohol, grasas y carnes rojas, o con antecedentes familiares de cáncer colorrectal, deben acudir con un gastroenterólogo para descartar la presencia de pólipos.
El especialista podría recomendar una colonoscopía si hay datos clínicos compatibles con la enfermedad, y para llevar a cabo este procedimiento, el colon y el recto deben estar completamente limpios para que el endoscopista pueda visualizar todo el revestimiento del intestino grueso durante la prueba.
“Para ello es necesario que el paciente tenga una preparación del intestino con una solución laxante en la tarde anterior al estudio. Este paso es importante para el éxito en el resultado del procedimiento y evitar que se deba repetir en el corto plazo”, mencionó la doctora Angélica Guerrero, también profesora de la UNAM.
El director Médico de Asofarma, Arturo Vázquez Leduc, indicó que las pruebas de escrutinio de cáncer colorrectal, a través de la colonoscopía en población de riesgo promedio, intermedio y alto, son importantes para reducir la posibilidad de tener esta enfermedad; por ello la campaña “La prevención empieza adentro” es un llamado a la acción para que las personas de 45 años y más visiten a su médico para detectar de manera oportuna el cáncer colorrectal.