Pacientes que presentaron Covid-19 pueden tener el doble de probabilidades de tener células endoteliales no saludables que recubren el interior del corazón y los vasos sanguíneos, según una investigación recientemente publicada por el Hospital Houston Methodist. Este hallazgo ofrece una nueva pista para comprender el impacto del coronavirus en la salud cardiovascular.
En un nuevo estudio publicado en JACC: Cardiovascular Imaging, los investigadores del Hospital Houston Methodist examinaron la salud de la microvasculatura coronaria de 393 pacientes, incluidos 101 con infección previa por Covid-19 que tenían síntomas persistentes. Este es el primer estudio publicado que vincula la reducción del flujo sanguíneo en el cuerpo y el SARS-CoV-2.
Usando una herramienta de imágenes ampliamente disponible, llamada tomografía por emisión de positrones (PET), los investigadores encontraron una disminución del 20% en la capacidad de dilatación de las arterias coronarias, una condición conocida como disfunción microvascular.
También encontraron que los pacientes con infección previa por Covid-19 tenían más probabilidades de tener una reserva de flujo miocárdico reducida, y cambios en el flujo sanguíneo en reposo y estrés, lo que es un marcador de mal pronóstico y está asociado con un mayor riesgo de eventos cardiovasculares adversos.
“Nos sorprendió la consistencia de la reducción del flujo sanguíneo en pacientes pos-COVID dentro del estudio”, dijo el Dr. Mouaz Al-Mallah, autor del estudio y director de TEP cardiovascular en el Hospital Houston Methodist, y presidente electo de la Sociedad Estadounidense. de Cardiología Nuclear. “Los hallazgos traen nuevas preguntas, pero también nos ayudan a guiarnos hacia un mayor estudio del flujo sanguíneo en pacientes con Covid-19 con síntomas persistentes”.
La disfunción e inflamación de las células endoteliales es un signo bien conocido de infección aguda por COVID-19, pero se sabe poco sobre los efectos a largo plazo en el corazón y el sistema vascular. Al principio de la pandemia, las investigaciones indicaron que el coronavirus comúnmente podría causar miocarditis (inflamación del miocardio), pero ahora parece ser un efecto de esta infección viral.
Un estudio reciente de los Países Bajos encontró que 1 de cada 8 personas tenía síntomas persistentes después del Covid. A medida que los médicos continúan viendo pacientes con síntomas como dificultad para respirar, palpaciones y fatiga después de su recuperación, se desconoce en su mayoría la causa del Covid prolongado.
Se necesitan más estudios para documentar la magnitud de la disfunción microvascular e identificar estrategias para un diagnóstico y manejo temprano apropiado. Por ejemplo, la reserva de flujo miocárdico reducida se puede utilizar para determinar el riesgo de un paciente cuando presenta síntomas de enfermedad de las arterias coronarias por encima de los factores de riesgo establecidos, lo que puede volverse bastante relevante al tratar con Covid prolongado.
Los próximos pasos requerirán estudios clínicos para descubrir qué es probable que suceda en el futuro a los pacientes cuya salud microvascular se ha visto afectada por la COVID-19, en particular aquellos pacientes que continúan teniendo síntomas persistentes o Covid prolongado.