“Cuida tu salud, Cuida el planeta”, busca prevenir daños de productos ultraprocesados en salud y medio ambiente

La campaña busca impulsar políticas públicas para lograr dietas saludables y sostenibles

Redacción
Bienestar
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Campaña Alianza por salud alimentaria.jpg
Cortesía Alianza por la salud alimentaria

La Alianza por la Salud Alimentaria presentó la campaña “Cuida tu Salud, Cuida el Planeta”, para advertir de los daños a la salud y al planeta derivado del consumo de los productos ultraprocesados y a la par, llamar a la ciudadanía a transitar hacia una alimentación más saludable y sostenible que favorezca su salud y la del planeta. La campaña podrá ser vista en espectaculares, rutas de camiones, metro y escuchada en el radio de la Ciudad de México.

La Organización Mundial de la Salud (OMS), confirma que el consumo frecuente de productos ultraprocesados aumenta el riesgo de sobrepeso, obesidad, diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares y algunos tipos de cáncer. Al mismo tiempo, estos productos con sus botellas, empaques y envolturas plásticas generan graves impactos en el ambiente, desde su producción hasta su desecho.

En México, el consumo de bebidas azucaradas y productos ultraprocesados es excesivo y ha reemplazado el consumo de alimentos tradicionales. La Organización Panamericana de la Salud (OPS) reporta que la venta de ultraprocesados y bebidas azucaradas en México, es la más alta en toda América Latina, con una venta de 214 kg de productos y bebidas per cápita, casi el doble del promedio de la región. Asimismo, en las últimas tres décadas, el consumo de ultraprocesados en México se ha duplicado y casi un tercio de la ingesta diaria de energía de los mexicanos proviene de estos productos.

Alejandro Calvillo, director de El Poder del Consumidor declaró: “Como país, como población, tenemos uno de los mayores consumos en el mundo de alimentos y bebidas ultraprocesados no saludables que nos han llevado a ocupar los primeros lugares en sobrepeso, obesidad y diabetes en el mundo. El alto consumo de estos productos representa, al mismo tiempo, la mayor fuente de desechos plásticos. Estos productos ultraprocesados no son necesarios, ni tampoco lo son sus empaques, dañan la salud de la población y el medio ambiente. Las grandes corporaciones de la comida chatarra y las bebidas endulzadas aumentan sus ganancias mientras transfieren los daños a la población y nuestros ecosistemas”.

El consumo de productos ultraprocesados y riesgo de enfermedad y muerte

El alto consumo de productos ultraprocesados, ha sido asociado con un aumento de 23-51% de riesgo para obesidad. Diversos estudios han encontrado que el riesgo de desarrollar diabetes es 44-65% mayor entre el grupo que consume más ultraprocesados, en comparación con el grupo que consumen menor cantidad. Además, el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares es 29% más, entre los que consumen una mayor cantidad de productos ultraproceados.

Investigadores han revelado que los productos ultraprocesados no solo aumentan el riesgo de enfermedad, sino también de muerte. La mortalidad por todas las causas es 25-28% mayor para individuos que consumieron la mayor cantidad de productos ultraprocesados en comparación con aquellos que tuvieron un menor consumo.

Los daños al planeta

Los productos ultraprocesados no solo son dañinos para la salud, también para el medio ambiente, debido a los desechos plásticos de los empaques y botellas. Cada minuto se compran un millón de botellas de plástico para bebidas y tan solo una botella tarda aproximadamente 450 años en degradarse.

Aunado a esto, cerca del 40% de los plásticos producidos son de un solo uso, es decir, son utilizados por unos minutos, como los empaques y envolturas de productos ultraprocesados para luego ser desechados. De todos los plásticos que han sido producidos, el 80% permanece en el ambiente.

El maquillaje de las empresas hace pensar al consumidor que una botella que aparece como reciclable se recicla totalmente y no es así, los plásticos se degradan y sólo una parte de esa botella será utilizada como materia prima para otra botella, lo principal será plástico virgen. El reciclaje de residuos genera su propia huella hídrica y de carbono, ya que se utilizan combustibles fósiles en las instalaciones de reciclaje, lo que también representa una fuente de contaminación importante.

“Para frenar la contaminación por plásticos es imprescindible avanzar en la integración en la legislación mexicana del principio de la Responsabilidad Extendida del Productor, así como en la implementación de políticas que impulsen la modelos circulares de distribución de productos basados en la reutilización y el refill”, mencionó Gustavo Ampugnani, director ejecutivo de Greenpeace México.

“Las empresas que producen y comercializan plásticos de un solo uso, como envases, empaques y desechables, deben responsabilizarse por sus productos durante todo su ciclo de vida, diseñando opciones que sean reutilizables o libres de empaque. Los productos desechables innecesarios no tienen cabida en la economía circular, necesitamos opciones que no contaminen el planeta”, puntualizó.

Transitar a dietas saludables

Ante este escenario de enfermedades y daños al planeta por el consumo de productos ultraprocesados, es urgente transitar hacia dietas saludables y sostenibles, en donde las prácticas alimentarias sean buenas tanto para la salud humana como para el planeta. Una característica importante de estas dietas, es la reducción y restricción de los productos ultraprocesados y por el contrario, tener un consumo de alimentos no procesados, incluir como fuente de hidratación al agua potable segura y limpia y con eso evitar el uso de plásticos y derivados en el envasado de alimentos.

Al respecto Mercedes López, directora de Vía Orgánica declaró: “Es fundamental promover sistemas alimentarios justos en pro de la soberanía alimentaria y la regeneración del planeta. Debemos instrumentar políticas públicas y programas que recuperen la milpa, esa siembra holística ancestral mesoamericana donde se cosechaban de forma natural nuestros maravillosos maíces, junto con gran variedad de frijoles, jitomates, tomates, chayotes, calabazas, quelites, hierbas medicinales, que constituían un ciclo virtuoso para el medioambiente, la salud y la alimentación”.