El confinamiento en el hogar, debido a la pandemia del COVID-19, es una oportunidad para que las y los adultos mayores aprendan a usar las tecnologías de información y comunicación (TICs) que, entre otros beneficios, fomentaría su desarrollo cognitivo, al adquirir un nuevo conocimiento, dijo Marcela Vázquez-Mellado Cervantes, terapeuta no farmacológico de programas de desarrollo cognitivo para personas mayores sanas y con diagnóstico de demencia.
Debido a que, erróneamente, la población de adultos mayores se engloba por igual en un amplio abanico que va de los 60 hasta los 90 años (edad que han alcanzado habitantes de la Ciudad de México), en ‘Jubilare 2030’, organización fundada por Vázquez-Mellado para ofrecer intervención gerontológica, dividen a este sector poblacional en cinco grupos diferentes, que consideran su edad y estado de salud, que puede ser plena o con ciertas limitantes, y de acuerdo a esto, se les recomienda cierto tipo de actividades.
Primer grupo. Lo constituyen personas de 60 a 70 años, las y los recién jubilados, “los principiantes en envejecer”, como les llama la licenciada, quienes si se mantienen en condiciones de salud y de funcionalidad llegarán a cumplir muchos años más. Es a ellas y a ellos a quienes les recomienda, “si lo tenían como asignatura pendiente”, aprender a usar la tecnología, por ejemplo, abriendo su propia cuenta de Facebook, que les permitirá comunicarse con sus familiares y amigos, algo muy necesario durante este momento de resguardo en el hogar.
Aunque no está mal que pidan ayuda a las y los hijos o nietos, sugiere a los(as) adultos mayores no atenerse, y por sí mismos(as) aprender el manejo de la tecnología y redes sociales. Eso no quiere decir que no deban recurrir a asistencia, por ejemplo, en la página de Facebook del ‘Portal del Adulto Mayor’ les dan asesoría personal; o pueden ver el programa Aprender a envejecer (que se transmite los domingos por el Canal 11), el cual cuenta con una sección llamada Zona Tecnológica, donde se puede ‘encontrar información útil para aprender a utilizar la tecnología más reciente, sobre todo para personas de la tercera edad’.
Entonces, para quienes forman parte de este primer grupo, la egresada de la IBERO recomienda que estimulen sus mentes con el uso de la tecnología, la cual, al aprender a manejarla, les va a permitir tener un desarrollo cognitivo. Con ese nuevo conocimiento, si alguien siempre ha querido aprender otro idioma, podría hacerlo bajando la aplicación Duolingo, que sirve para tal efecto.
Segundo grupo. En éste quedan integrados(as) quienes tienen algunas patologías de la vista, como glaucoma o afectaciones en la mácula lútea. Para ellas y ellos lo conveniente es entretenerse por medio de la audición, por ejemplo, escuchando la radio, que, “sigue siendo maravillosa y creo que con la pandemia ha tomado mucha mayor fuerza”. Entre la amplia oferta que hay para todos los gustos, Vázquez-Mellado recomienda a este sector poblacional el programa Enlace 50 (sábados, 1:00 a 2:00 pm, por 102.5 FM ), de Concha León Portilla, dedicado a las personas mayores.
Quienes manejen las nuevas tecnologías, o cuando aprendan a hacerlo, podrían sintonizar los programas de radio musical o hablada por internet, o ingresar a YouTube para escuchar la música de su preferencia.
Tercer grupo. Conformado por gente con problemas auditivos, que por esta condición lo conveniente es que realice actividad táctil, kinestésica. Para ejemplificar, Marcela comentó que en Jubilare 2030 practican un juego que se llama ‘lotería a ciegas’, que consiste en meter en un costal objetos de la vida diaria, de uso cotidiano y similares entre ellos, y con los ojos cerrados sacar algo y tratar de adivinar qué es, por ejemplo, una tarjeta de crédito o de débito, un lápiz o un bolígrafo.
A las y los adultos mayores, al igual que como sucede con los niños(as) pequeños, también les resulta cognitivamente útil trabajar la motricidad fina. Para ello, las personas de la tercera edad pueden separar cosas con las manos cuando están en la cocina, como podrían ser las varillas de la pasta de espagueti (antes de su cocción, claro).
Cuarto grupo. Integrado por personas mayores que cuidan a otros adultos mayores: el padre o madre, el esposo o la esposa, el hermano o la hermana. En este grupo, las y los cuidadores sufren mucho desgaste físico, por lo cual les resultaría útil incorporar a sus vidas la meditación o alguna actividad de relajamiento muscular, que ayudan a aliviar la tensión permanente con la que viven.
Quinto grupo. A éste pertenecen las personas con diagnóstico confirmado de demencia, a quienes dependiendo de la situación de cada cual, se determina qué actividades se pueden recomendar. Sin embargo, en todas y todos resulta relajante la terapia olfativa, por ejemplo, darles a oler especias, como laurel, canela, comino o mejorana, para que adivinen qué es.
Vázquez-Mellado destacó que para las personas con demencia es de suma importancia respetar sus rutinas, por lo que pese a las dificultades que pueda suscitar la pandemia, sus cuidadoras(es) deben procurarles el cumplimiento, en tiempo y forma, de las rutinas propias de sus vidas.
Las mujeres y hombres con demencia también necesitan contar con momentos a solas, mismos que se deben respetar, pero siempre dejándoles en claro que se le deja solos por un tiempo. Ello se les debe comunicar verbalmente y a través del tacto, ya sea con un suave apretón en el hombro o en la mano.
Independientemente del grupo al que pertenezcan, conviene que los adultos mayores realicen una o dos veces al día, de manera consciente, ejercicios de respiración. Una manera de hacerlo es llenar a la mitad una botella pequeña con agua y comenzar a soplarle con un popote, generando todo el tiempo burbujas.
A quienes su nivel de energía, condición física y salud se los permita, pueden inflar un globo y utilizarlo para jugar voleibol, o simplemente estar golpeándolo con la mano para mantenerlo suspendido en el aire el mayor tiempo posible.
Quienes viven con otros familiares, pueden jugar con ellos a las cartas, a la lotería o cualquier juego de mesa; “lo importante es fomentar la convivencia en familia, que es la red social más importante que tiene cualquier persona”.