Personas de la tercera edad y niños son los dos grupos poblacionales donde se concentra el mayor número de fracturas en esta emergencia sanitaria, ya sea al realizar ejercicio o reparaciones en casa para entretenerse, indicó el jefe del servicio de Urgencias del Hospital de Traumatología, Ortopedia y Rehabilitación, Javier Espinosa Hernández.
El especialista del IMSS indicó que es muy común que esta época de pandemia los adultos mayores sufran accidentes en la recámara o en el traslado hacia la cocina o el baño; mientras que los menores se lesionan en el patio de la casa.
Espinosa Hernández explicó que en la población adulta mayor hay problemas de osteoporosis o comorbilidades como diabetes y sus complicaciones: insuficiencia renal o vascular. “La fractura de cadera es la de mayor incidencia y afecta principalmente a las mujeres”.
“La fractura de cadera es la que prevalece en el adulto mayor, con un promedio de 2 mil 500 casos al año, 95 por ciento de las cuales resuelven con cirugía”, agregó.
Subrayó que cuando los adultos mayores llegan al hospital, “lo único que nos queda es practicar la cirugía lo más pronto posible para evitar complicaciones”.
En el caso de los menores, indicó que el hecho de que sean inquietos los lleva a tener lesiones en extremidades superiores como brazo (codo), antebrazo (radio y cúbito), así como en extremidades inferiores: tibia y peroné, principalmente.
El doctor Espinosa Hernández informó que en la Unidad Médica de Alta Especialidad (UMAE) “Dr. Victorio de la Fuente Narváez”, en Magdalena de las Salinas, se atienden al año un promedio de 700 a 800 cirugías en menores, la más común la fractura de codo. De las fracturas en general, entre 300 y 400 reciben tratamiento conservador (yeso).
Por otra parte, resaltó que la población joven experimenta fracturas múltiples a consecuencia de accidentes de alta energía por choque en bicicleta, motocicleta o automóvil, combinación con drogas o ingesta de alcohol, así como lesiones por proyectil de arma de fuego en riñas o asaltos.
“En jóvenes las lesiones más comunes son en huesos largos: fémur, tibia, peroné y tobillo, así como muñeca. Al año se presentan, en promedio, entre 5 mil y 7 mil fracturas; más del 90 por ciento se tratan con cirugía, aunque que en esta época de pandemia su frecuencia ha disminuido 30 por ciento”, expuso.
El jefe del servicio de Urgencias de esta UMAE indicó que en esta contingencia sanitaria, el complejo hospitalario trabaja con protocolos de seguridad.
Precisó que si hay sospecha de posible infección por COVID de un paciente que llegue a urgencias, es valorado en el área de Triage respiratorio para conocer si cumple con la definición operacional con síntomas: saturación de oxígeno menor de 85 por ciento, temperatura mayor a 37. 5 grados, dolor articular, dificultad para respirar o tos.
Detalló que en este caso se brinda tratamiento temporal con ferulización o de yeso, y se envía al derechohabiente al hospital o a su domicilio para atención del COVID-19.
Frente a una situación inestable, previa valoración médica, se traslada al paciente al área conocida como “código morado” con protocolo de protección y seguridad. Posteriormente se efectúa el traslado a unidades específicas del IMSS para atender el contagio.
Si el paciente observa problemas respiratorios y fracturario, a pesar de que no cuente con seguridad social, por ley se le brinda atención primaria y posteriormente se busca su traslado para seguimiento, reiteró.
Subrayó que el Instituto Mexicano del Seguro Social, en su primer nivel de atención, cuenta con programas preventivos (DiabetIMSS, PrevenIMSS) para tratar de que el adulto mayor o cualquier paciente que padezca de enfermedades metabólicas esté controlado en sus enfermedades
En las Unidades de Medicina Familiar se promueven acciones de prevención de accidentes en personas de la tercera edad, tales como uso de zapatos sin agujetas, que no se aloje en la planta alta; que no haya desniveles en el cuarto donde duerme, uso de bastón, entre otras, que permitan prever fracturas y por ende, cirugías.