Las pausas activas en las aulas y recreo y el juego y transporte activo para promover la actividad física mejoran el desarrollo motor y cognitivo, salud psicológica, social y cardiometabólica, afirmó la jefa del Departamento de Actividad física y Estilos de Vida Saludable del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), Alejandra Jáuregui de la Mota.
No obstante, en México hasta 80 por ciento de niñas, niños y adolescentes de 10 a 14 años no realiza actividad física regular, lo que tiene un efecto a corto y largo plazo en el aumento del sobrepeso y obesidad, así como en el desarrollo y capacidad cognitiva.
En el ciclo de conferencias por el Día Mundial de la Obesidad, dijo que los resultados de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición Continua 2021 (Ensanut Continua 2021) muestran que durante la pandemia disminuyó de forma significativa la actividad física y aumentó el tiempo de pantalla y las alteraciones del ciclo de sueño de niñas y niños.
Al respecto, Armando García Olvera, investigador del Departamento de Actividad física y Estilos de Vida Saludable del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), presentó los resultados del estudio sobre el impacto de los puestos informales alrededor de las escuelas.
Indicó que la falta de tiempo de padres y madres de familia, así como de personas cuidadoras es un factor que determina la compra e ingesta de alimentos que se venden en los alrededores de las escuelas y solo 23 por ciento se puede clasificar como saludable.
La oficial de Nutrición para Entornos Saludables del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), Fiorella Espinosa, mencionó que las secretarías de Salud y de Educación Pública pusieron en marcha la iniciativa Vida Saludable y Salud Escolar, que incluye la capacitación, estándares de alimentación, regulación de publicidad de productos chatarra, mejora del entorno para aumentar la actividad física y promoción de la salud a través de la enseñanza.
Añadió que los lineamientos de esta iniciativa están enfocados en la difusión de información sobre alimentos sanos y naturales, educación, talleres de verano, vigilancia nutricional, hidratación adecuada e incremento de actividad física.
Vida saludable se incluyó como asignatura en la plataforma Aprende en Casa para la impartición de clases en línea durante la pandemia. La enseñanza de esta materia se reforzó con libros emitidos por el INSP y Unicef, que trabajó una guía de estudio y un cuaderno de actividades sobre salud escolar.
En tanto, el representante de El Poder del Consumidor, Alejandro Calvillo Unna, subrayó que es urgente mejorar la regulación sobre el expendio y distribución de alimentos y bebidas en escuelas del Sistema Educativo Nacional para garantizar entornos saludables con base en los derechos de la infancia.
El especialista recordó que está prohibida la publicidad de alimentos y bebidas no saludables dentro y fuera de la escuela; no obstante, persiste el comercio de comida chatarra, y este entorno promueve el ambiente obesogénico.
Calvillo Unna invitó a madres y padres de familia a informarse a través de la plataforma Mi Escuela Saludable, sobre la normatividad en la materia y los lineamientos establecidos desde 2010.
La presidenta de la Coalición Contrapeso, Doré Castillo García, dijo que este organismo detectó que durante la pandemia se incrementó la publicidad infantil sobre alimentos chatarra.
Enfatizó que la Organización Panamericana de la Salud (OPS) advierte que la estrategia más eficaz para incrementar el acceso a alimentos naturales y regular la distribución de productos procesados son las políticas públicas para cambiar los entornos alimentarios.
También se pronunció por crear mecanismos de participación ciudadana para proteger los entornos escolares, así como los derechos y necesidades de niñas, niños y adolescentes.