Ciudad de México, a 16 de mayo. Según datos de 2018 de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), México tiene una matrícula de 40 millones de estudiantes a nivel básico, de los cuales 28 millones de niños sufren bullyng.
En este contexto de la pandemia, explica Angélica Garnica Sosa, Maestra en Planeación y Políticas Metropolitanas, las condiciones de violencia incluso se incrementaron, sobre todo en adolescentes y adultos estudiantes. “Lo que ha ocurrido en el contexto nacional, lamentablemente, es la manifestación de varios tipos de violencia. Desde acoso en redes sociales hasta feminicidios y otros delitos que están ocurriendo dentro de las instituciones educativas”, dice.
Y es que según la ONG International Bullyng Sin Fronteras, en México 7 de cada 10 niños en edad escolar sufren acoso diariamente.
Ante este escenario se dará el Diplomado de Seguridad para Instituciones Educativas que impartirá la UDLAP Jenkins Graduate School, iniciando el 14 junio, cuyo curso es coordinado por Garnica Sosa y tendrá lugar los días martes y jueves de 18 a 21 horas de manera virtual.
Para Angélica Garnica, esta realidad de inseguridad en el ámbito educativo de nivel medio superior y superior exige el conocimiento de todos los actores involucrados con la seguridad en este tipo de instituciones. “Hablo de un rector, un director, un coordinador, un responsable de seguridad en una institución educativa, un vigilante, y también las empresas de seguridad privada contratadas por sus servicios. O bien, las instancias de prevención del delito y atención de violencia de género; de los municipios, entidades o del gobierno federal”, dice
Así, el objetivo de este diplomado es brindar las herramientas mínimas para tomar decisiones más efectivas y útiles para proteger a una comunidad educativa, agregó.
La también Licenciada en Sociología por la Universidad Autónoma Metropolitana asume que atender las deficiencias que pueden presentarse al momento de procurar la seguridad en este tipo de instituciones impacta en dos aspectos fundamentales. “No solo porque es esencial para la reputación de estas instituciones, sino también porque es vital para seguir prestando los servicios educativos”.
A la preocupación que implica el ecosistema de enseñanza-aprendizaje, la especialista señaló se le debe agregar el tema de la sana convivencia en el espacio educativo, contar con reglamentos que establezcan qué está o no permitido, a quién se le puede pedir ayuda cuando se ha sido víctima de una violencia o delito, e incluso cuál es la responsabilidad legal de la institución. “Si no tenemos ambientes de seguridad, orden y sana convivencia no estamos cumpliendo nuestra misión sino que además estamos poniendo en riesgo a nuestra propia comunidad”.
Con una duración de 120 horas, el diplomado dotará a los participantes de herramientas para conocer toda la información sobre el tema y dónde consultarla. “Está dirigido tanto al dueño o responsable de una institución educativa como a las personas que coordinan los servicios administrativos, legales, de comunicación, y en sí todo aquel personal que esté relacionado con generar ambientes de seguridad y certidumbre dentro de las instituciones. Igualmente, representantes de empresas que prestan servicios relacionados con la seguridad”, señala Garnica.
La planta docente cuenta con especialistas en distintas disciplinas, así como invitados que compartirán su experiencia en términos prácticos como Jorge Amador, ex director de Seguridad Pública en Nezahualcóyotl, quien hablará de su experiencia en el trabajo conjunto con los campus universitarios.
Adriana Hinojosa, con experiencia como coordinadora de Políticas Públicas de la Fiscalía de Género en el Estado de México, quién ofrecerá claves sobre cómo atender a víctimas en general. En cuanto a la violencia e inseguridad que llegan a presentarse en el terreno de las plataformas digitales, Radamés Hernández compartirá conocimientos tras su paso por instancias como el Sistema Nacional de Seguridad Pública y la Suprema Corte de Justicia de la Nación.