Un beso puede transmitir más que sentimientos

Especialistas advierten sobre la transmisión de virus, bacterias y hongos a través del acto, y refuerza la importancia de la higiene bucal

Redacción
Bienestar
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Besar, mucho más que un simple gesto de afecto y cuidado tiene profundas implicaciones para la salud bucal y general. Este contacto íntimo, que implica el intercambio de saliva, puede ser un canal de transmisión de microorganismos. Por lo tanto, es fundamental mantener una buena higiene bucal. Cuidar la salud de tu boca no sólo preserva la frescura del beso, sino que también garantiza que este acto simbólico siga siendo una expresión de amor y conexión saludable.

“La boca es un ambiente cálido, húmedo y con poca luz, ideal para la proliferación de bacterias, virus y hongos. Durante el beso, hay un intercambio significativo de estos microorganismos, lo que puede aumentar el riesgo de enfermedades bucales y sistémicas”, advierte la Dra. Camila Borges Fernandes, ortodoncista, periodoncista y seguidora del Protocolo GBT de EMS .

Entre los principales virus que pueden transmitirse a través del beso se encuentran el Herpes Simple Tipo 1 (HSV-1), la mononucleosis infecciosa (conocida como la “enfermedad del beso”), el Citomegalovirus (CMV), además de virus de la gripe y la COVID-19.

En cuanto a las bacterias, destacan Streptococcus mutans, asociada a la caries; Neisseria meningitidis, causante de la meningitis; y Treponema pallidum, relacionada con la sífilis. La candidiasis oral (o afta), causada por el hongo Candida albicans, también puede transmitirse de esta manera.

Más allá del beso ocasional, las relaciones duraderas también pueden influir en la salud bucal de ambos. “La condición bucal de una pareja afecta directamente a la del otro. Si uno no mantiene una higiene adecuada, el otro puede verse expuesto a patógenos que alteran el microbiota oral”, explica la especialista.

Biofilm: el villano invisible
Gran parte de los problemas de salud bucal comienzan con la acumulación de biofilm, más conocido como placa bacteriana. Invisible a simple vista, esta capa pegajosa se forma constantemente en los dientes, la lengua y las encías, y si no se elimina adecuadamente, puede provocar enfermedades como caries, gingivitis, halitosis e incluso infecciones más graves.

La Dra. Camila explica que, además de los cuidados diarios como el cepillado y el uso de hilo dental, la profilaxis profesional, conocida como “limpieza dental”, es esencial para la eliminación completa del biofilm.

“Este procedimiento, realizado en la consulta dental, alcanza áreas de difícil acceso, promueve una limpieza profunda, reduce el riesgo de enfermedades y mejora el aliento, proporcionando además una superficie dental más lisa y fácil de mantener”, comenta.

Tecnología que transforma el cuidado
La evolución de la odontología ha traído nuevas alternativas para quienes buscan una experiencia más eficiente y cómoda. Un ejemplo es el Protocolo GBT (Guided Biofilm Therapy), adoptado por clínicas certificadas en Brasil. Desarrollado con base en evidencia científica, sustituye el raspado tradicional con curetas por una tecnología menos invasiva, con un chorro de aire, agua tibia y polvo ultrafino de eritritol, que tiene acción anticariogénica.

“El GBT es un enfoque que ofrece mayor precisión en la eliminación del biofilm, sin causar dolor ni molestias al paciente. Es más eficaz, preserva el esmalte dental y los tejidos gingivales, y contribuye a la prevención de enfermedades bucales e incluso sistémicas”, destaca la Dra. Camila.

Con una rutina de higiene bucal bien establecida y visitas regulares al dentista, es posible reducir significativamente los riesgos de transmisión de enfermedades, asegurando que el beso siga siendo sinónimo de placer y bienestar.