Emmanuel Rosales, experto SIFSA en manejo sustentable de fauna nociva, describió el impacto que tienen las cucarachas alemanas en las cocinas de restaurantes y hoteles.
“Esta cucaracha que, según estudios de la Universidad de California, resiste por lo menos cinco tipos diferentes de insecticidas, encuentra su lugar predilecto en las cocinas. Es pequeña y muy nociva. Tiene una capacidad de reproducción y resistencia muy grande, sobre todo en temporadas de calor. Si además añadimos condiciones de calor, humedad y alimento propio de las cocinas, la presencia de una o dos, en pocas semanas se convierte en infestación”, dijo.
El experto explicó que una cucaracha vive en promedio un año y medio y produce 70 generaciones de 20 crías a lo largo de su vida, lo que resulta en 1,400 cucarachas. La alemana ha ido acortando sus ciclos de reproducción. Como viven en la oscuridad, siempre están ocultas a la vista. Así que, si se alcanza a ver alguna, se puede asegurar que por lo menos hay cuarenta más.
Emmanuel Rosales añadió que la presencia de cucarachas alemanas en hoteles y restaurantes representa un potencial de enfermedades gastrointestinales como la Salmonelosis, la Listeriosis, Campilobacteriosis, Infección por Escherichia coli, Fiebre tifoidea, Cólera, y disentería. Sin embargo, hay estudios de la Universidad Autónoma de Nuevo león que también les atribuyen enfermedades como la Lepra, asma, alergias, Infecciones respiratorias, Infección de heridas, infección de piel, infección de órganos internos, Neumonía, triquinosis, giardiasis y polio.
“El impacto social de las cucarachas alemanas es grave. Datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), los cuales indican que en América Latina se desperdician anualmente 127.000.000 toneladas de alimentos, causando pérdidas estimadas en 940 mil millones de dólares al año. Una buena parte proviene de la presencia de cucarachas alemanas. A eso hay que sumar que la Organización Mundial de la Salud, (OMS) calcula que cerca de seiscientos millones de personas enferman al año, por alimentos contaminados. Los costos para las familias y negocios restauranteros todavía resultan incalculables”, apuntó.