En el marco del Día Internacional del Síndrome de Asperger, la Secretaría de Salud reafirma su compromiso con la atención integral de las personas con trastornos del espectro autista, incluido el síndrome de Asperger. A través de la detección temprana, el tratamiento especializado y estrategias de inclusión social, se busca mejorar la calidad de vida de quienes presentan esta condición.
El síndrome de Asperger forma parte del trastorno del espectro autista y debe ser identificado preferentemente en la etapa preescolar. Se caracteriza por dificultades en el reconocimiento de señales y contextos sociales, así como por patrones de comportamiento restringidos y estereotipados, lo que genera desafíos en la interacción social. A diferencia del autismo típico, esta condición no implica un retraso significativo en el desarrollo del lenguaje o cognitivo, aunque puede afectar la vida de quienes la presentan si no se detecta y trata a tiempo.
El doctor Enrique Navarro Luna, médico adscrito al servicio de Hospitalización del Hospital Psiquiátrico Infantil Dr. Juan N. Navarro, explica que las personas dentro de este espectro tienen un mayor riesgo de desarrollar comorbilidades a lo largo de la vida, como depresión, ansiedad y trastornos de la conducta alimentaria, lo que puede reducir su expectativa de vida. Por ello, destaca la importancia de un diagnóstico temprano y un tratamiento integral adecuado.
Desde los 18 a 24 meses de edad es posible identificar signos como juegos repetitivos, dificultades para imaginar o generar escenarios y la tendencia a recolectar o apilar objetos. Quienes presentan la variante clínica del síndrome de Asperger suelen manifestar alteraciones en la reciprocidad social, lo que dificulta la interpretación del lenguaje verbal y no verbal y genera problemas en la adaptación a entornos sociales. Otras características incluyen un tono de voz monótono o robótico, el uso de un lenguaje sofisticado para su edad, intereses restringidos y repetitivos en temas específicos, y una alta sensibilidad a ciertos estímulos sensoriales.
El tratamiento y seguimiento se centran en intervenciones no farmacológicas, como terapia y rehabilitación social, entrenamiento en habilidades sociales, intervenciones educativas especializadas, terapia del lenguaje, terapia de socialización y terapia cognitivo-conductual en adultos. También se brinda atención a comorbilidades como la ansiedad y la depresión, con el fin de mejorar la calidad de vida de los pacientes.
La Secretaría de Salud ofrece atención a los trastornos del espectro autista en sus diferentes grupos etarios a través de diversas instituciones, como el Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente Muñiz y el Hospital Psiquiátrico Fray Bernardino Álvarez. Además, el Hospital Psiquiátrico Infantil Dr. Juan N. Navarro cuenta con especialistas en psiquiatría infantil para realizar el diagnóstico, otorgar seguimiento y brindar tratamiento oportuno en consulta externa a través de la Clínica de Desarrollo. Asimismo, cualquier hospital con servicio de salud mental puede atender a los pacientes y referirlos a centros especializados cuando sea necesario.
La Secretaría de Salud reafirma su compromiso con la detección temprana, el tratamiento oportuno y la inclusión social de las personas con trastornos del espectro autista, promoviendo la concientización y el acceso a servicios especializados de salud mental.