SONDA transforma la experiencia universitaria que busca reducir la deserción escolar

La plataforma Smart Campus anticipa riesgos de abandono escolar

Redacción
Bienestar
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Cortesía SONDA

En un contexto donde la deserción universitaria sigue representando uno de los principales retos del sistema educativo en América Latina, SONDA, empresa líder en transformación digital en la región, presenta su solución “Smart Campus”, una plataforma que combina analítica de datos, automatización y tecnologías de la información para predecir riesgos de abandono escolar y mejorar la experiencia académica del estudiante.

De acuerdo con el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE), cerca del 6% de los estudiantes universitarios en México abandonan sus estudios anualmente. A nivel regional, la UNESCO estima que más del 30% de los alumnos que inician una carrera universitaria en América Latina no logran concluirla. Esta cifra representa no solo una pérdida económica significativa para las instituciones educativas, sino también una brecha en la formación de talento que impacta directamente en la competitividad de los países.

Diversos estudios, incluyendo informes de la OCDE, el Banco Mundial y el Observatorio de Educación de América Latina, coinciden en que los factores que más inciden en la deserción son: problemas económicos, baja vinculación con la institución, bajo rendimiento académico y falta de apoyo psicoemocional.

En respuesta a esta problemática, SONDA desarrolló “Smart Campus”, una solución tecnológica pensada para entregar información oportuna y procesable a las instituciones educativas, basada en datos obtenidos de los propios sistemas existentes, como ERP, CRM, control de acceso, cámaras de seguridad y plataformas académicas.

Juan Carlos Gutiérrez Botero, Gerente General de SONDA México, destaca que “Smart Campus permite que las instituciones aprovechen la analítica avanzada para identificar patrones de comportamiento de los estudiantes, detectar alertas tempranas de riesgo y actuar en consecuencia con planes personalizados de retención. La tecnología debe ponerse al servicio de la educación, y en SONDA estamos comprometidos con esa transformación”.

Gracias a su enfoque de integración de datos, la solución permite consolidar información clave como tasas de asistencia, rendimiento por materia, interacción en plataformas virtuales, hábitos de acceso al campus y participación en actividades extracurriculares. Toda esta información es procesada mediante algoritmos y modelos predictivos que alertan sobre posibles casos de abandono, permitiendo a los equipos académicos tomar decisiones fundamentadas.

La implementación de “Smart Campus” en instituciones de Chile y México ya ha mostrado resultados significativos. Por ejemplo, al analizar que un estudiante ha disminuido su asistencia en un 40% durante el último mes y simultáneamente registra bajo rendimiento en dos asignaturas troncales, el sistema genera una alerta que permite activar tutorías, reuniones con orientadores o incluso apoyo económico si se detecta vulnerabilidad socioeconómica.

Según los datos recolectados por SONDA, un aumento del 10% en la asistencia puede incrementar entre un 3% y 4% la tasa de retención estudiantil. En universidades que han adoptado el modelo, se ha observado una disminución de hasta un 20% en los casos de abandono durante los primeros tres semestres, considerados críticos en la mayoría de las carreras.

Por esto, uno de los principales beneficios de esta plataforma no solo reside en evitar el abandono, sino también en optimizar los recursos institucionales. Gracias al uso de inteligencia artificial y Machine Learning, los equipos académicos pueden enfocar esfuerzos y presupuesto en los estudiantes que realmente lo necesitan, priorizando acompañamientos, becas, mentores o recursos psicológicos.

“Las universidades deben ser cada vez más eficientes y centradas en el estudiante. Smart Campus ofrece esa visión 360°, donde cada decisión se basa en datos reales y actuales”, agregó Gutiérrez Botero.

De acuerdo con el “Global Education Monitoring Report” de UNESCO (2024), invertir en tecnologías educativas personalizadas podría reducir la deserción universitaria hasta en un 25% si se combina con políticas públicas que promuevan el acceso equitativo y el acompañamiento psicoeducativo.

“Estamos convencidos de que el futuro de la educación pasa por entender al estudiante como un todo. No se trata solo de aprobar materias, sino de acompañar trayectorias personales, académicas y emocionales. Y para eso, los datos y la tecnología son aliados clave”, concluye Gutiérrez Botero.

Más allá del aspecto técnico, “Smart Campus” también ha sido concebido bajo un enfoque centrado en el bienestar del estudiante. A través del análisis de comportamiento y hábitos, se pueden detectar señales de aislamiento, desmotivación o estrés, lo que permite activar redes de apoyo emocional, algo cada vez más valorado en la educación superior. De esta forma, SONDA refuerza su propósito de generar valor social mediante la tecnología, habilitando una educación más inclusiva, centrada en las personas y preparada para los desafíos del futuro.