El SARS-CoV-2 es un virus que continúa entre nosotros y se sigue haciendo presente, tan solo en 2024 se confirmaron 14,123 casos y 692 muertes por Covid-19 en México. Adicionalmente, durante las primeras tres semanas de 2025, el Sistema de Vigilancia Epidemiológica de Enfermedad Respiratoria Viral (SISVER), reportó 10,319 casos sospechosos y de estos, 90 han sido confirmados.
Cabe mencionar que durante los meses de otoño e invierno aumentan los casos de padecimientos respiratorios y es en enero cuando se registra el índice más alto. 3 De entre los factores que propician este aumento se incluyen los cambios climatológicos como el aire seco que genera mayor circulación de patógenos en el ambiente, lugares cerrados por las bajas temperaturas y reuniones de personas por las celebraciones decembrinas. Al mismo tiempo, el clima invernal provoca que la temperatura del cuerpo descienda y, cuando el organismo intenta regularla, pueden darse cambios en la respuesta inmune que lo hacen vulnerable.
El SARSCoV-2 es un virus que se adapta y cambia constantemente y sigue infectando, causando enfermedad aguda grave y afección posterior al COVID-19. Este agente infeccioso circula sin una estacionalidad clara; 4 sin embargo, los datos de 2024 revelan que de la semana 19 del año, es decir, a partir de mayo, comenzó a haber un incremento en el número de casos.
El virus se adapta para seguir entre nosotros
Los esfuerzos de los científicos han permitido entender la biología del virus e identificar sus secuencias genómicas, comprender mejor su proceso evolutivo e identificar las variantes que pueden representar un incremento de la enfermedad grave en población general y población en riesgo.
“Gracias a sus características, los virus ARN (como el SARS-CoV-2) evolucionan con rapidez. La comprensión de este proceso evolutivo ha permitido proporcionar a los expertos en salud pública información clave sobre las estrategias para controlar este patógeno”, explica el doctor Carlos Molina, responsable del área de vacunas del departamento médico de Pfizer México.
“Sabemos que actualmente todas las variantes que circulan pertenecen a la cepa llamada ómicron, identificada en noviembre de 2021. El virus ha evolucionado mucho desde entonces, sobre todo con la aparición de las variantes BA.2.86 y otras subvariantes de que descienden de esta, como lo es la JN.1, las cuales varían con relación a las que circulaban anteriormente y les permite escapar o evadir a la inmunidad existente”, agrega el especialista.
¿Estamos protegidos contra las nuevas variantes?
El virus causante de Covid-19 está en constante cambio y este proceso plantea interrogantes como: cuánto te pueden enfermar las nuevas cepas o si las vacunas funcionan bien contra estas. “Es importante mencionar que ómicron y sus variantes han eludido la respuesta inmunitaria generada por infecciones o vacunaciones anteriores, lo que significa que las personas pueden infectarse a pesar de tener cierta inmunidad. Actualmente y según datos de la semana epidemiológica 52 (SE52) del reporte de vigilancia genómica de la Secretaría de Salud de México la variante JN.1 es la que circula de forma predominante”, agrega el especialista.
Por esta razón, los Centros para el Control de Enfermedades de los Estados Unidos (CDC) y de Europa (ECDC) advierten que es importante recibir la vacuna actualizada dentro de la campaña de vacunación del periodo otoño-invierno 2024-2025, debido a que la protección de la vacunación disminuye con el tiempo y porque las vacunas se actualizan para ofrecer la mejor protección frente a las cepas actualmente circulantes, principalmente para personas mayores de 65 años, 10 con problemas de salud y aquellas con sistemas inmunitarios comprometidos, que son quienes están en mayor riesgo. Sin embargo, los jóvenes también pueden estarlo, especialmente si no están vacunados.
“La mejor manera de protegerse frente a las nuevas variantes es contar con la versión actualizada de las vacunas, puntualiza el especialista.