REFORESTACIÓN: HERRAMIENTA CLAVE PARA MANTENER LOS BOSQUES VIVOS

“El uso de drones y de IA pueden potencializar su éxito”.

Martha Mejía
Bienestar
REFORESTACIÓN

Durante un periodo de 60 años la superficie forestal mundial per cápita disminuyó en más de 60%: de 1.4 hectáreas en 1960 a 0.5 hectáreas en 2019.

La deforestación en zonas tropicales genera emisiones de carbono y conduce a climas locales más cálidos y secos, incrementando la cantidad de sequías e incendios y, dependiendo de su magnitud, reduce las lluvias y modifica sus patrones.

Esto es perjudicial para el clima, la seguridad alimentaria y los medios de subsistencia de millones de personas.

De ahí que la reforestación se presente hoy más que nunca como una herramienta clave para mantener a nuestros bosques vivos.

¿Cómo vamos?

Casi la mitad de los bosques del mundo se han perdido en los últimos ocho mil años, debido principalmente a las actividades humanas. No obstante, esa reducción se ha hecho mayormente pronunciada en las últimas seis décadas, en las que la superficie de estos ecosistemas en el mundo disminuyó en 81.7 millones de hectáreas, según revela un equipo de investigadores dirigido por Ronald C. Estoque, del Centro para la Biodiversidad y el Cambio Climático, Instituto de Investigación Forestal y de Productos Forestales (FFPRI) de Japón.

El estudio, publicado por IOP Publishing en la revista Environmental Research Letters, señala una pérdida forestal bruta de 437.3 millones de hectáreas que supera el superávit forestal bruto de 355.6 millones de hectáreas.

La investigación concluye que la disminución de los bosques mundiales combinada con el aumento de la población mundial durante el periodo de 60 años ha resultado en una disminución de la superficie forestal mundial per cápita de más de 60%, de 1.4 hectáreas en 1960 a 0.5 hectáreas en 2019.

Amazonia

La deforestación en la Amazonia brasileña es uno de los casos más notables a nivel global, mostrando su nivel más bajo desde 2017. Las cifras preliminares publicadas por el gobierno de Brasil apenas hace una semana reflejan una caída de 66% en julio y una reducción acumulada de 42.5% en los siete primeros meses de 2023.

De acuerdo con la investigación del FFPRI la estructura espaciotemporal cambiante de los bosques globales apoya la teoría de la transición forestal, con una pérdida de bosques que ocurre principalmente en los países de bajos ingresos en los trópicos y una ganancia de bosques en los países de altos ingresos en los extratrópicos.

La investigación señala también que bajo este escenario es necesario fortalecer el apoyo brindado a los países de ingresos más bajos, especialmente en los trópicos, para ayudar a mejorar su capacidad para minimizar o terminar con la pérdida de bosques.

Para ayudar a abordar este problema las naciones de ingresos más altos deben reducir su dependencia de los productos forestales tropicales importados, indica el documento. “La selva tropical nos une. Es momento de ver el corazón de nuestro continente y consolidar, de una vez por todas, nuestra identidad amazónica”.

Así, “en un sistema internacional que nosotros no construimos, fuimos relegados históricamente a un lugar subordinado como proveedores de materia prima. Una simple transición ecológica nos permitirá cambiar esto”, afirmó el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, durante la Cumbre Amazónica que finalizó el 9 de agosto en Belém do Pará, Brasil.

Durante la reunión internacional para salvar a la selva amazónica el mandatario colombiano, Gustavo Petro, también se pronunció: “¿Qué estamos haciendo?, ¿dejando que en la selva se exploten hidrocarburos? No lo pongamos en la declaración, sino tomemos las decisiones. Si la selva produce petróleo, pues está matando a la humanidad en un doble efecto: deja de ser selva, deja de ser esponja y al mismo tiempo emite CO2”.

Petro también habló de buscar alternativas para reforestar pastizales y plantíos, los cuales abarcan buena parte de la selva brasileña para la ganadería y la producción de soya.

El presidente boliviano, Luis Arce, dijo que la Amazonia ha sido víctima del consumismo, lo que se refleja en la expansión desmedida de las fronteras agrícolas y la explotación de recursos naturales. Y destacó que las naciones industrializadas son responsables de la mayoría de las emisiones históricas de Gases de Efecto Invernadero (GEI).

Reforestar

Como una alternativa a la situación actual el gobierno de Brasil anunció durante la cumbre su plan para que el sector privado contribuya a reforestar grandes extensiones de la Amazonia. La ministra de Medio Ambiente, Marina Silva, señaló que se ha propuesto utilizar concesiones para replantar unos doce millones de hectáreas (120 mil kilómetros cuadrados) de bosque de aquí a 2030.

Y es que de acuerdo con los especialistas la reforestación es una herramienta clave para mantener a los bosques vivos. Se trata de un conjunto de actividades que comprende la planeación, operación, control y supervisión de todos los procesos involucrados en la plantación de árboles.

Hoy monitorear y reforestar a los bosques del mundo es una parte integral de varias iniciativas ambientales y sociales globales, incluidos los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), el Acuerdo Climático de París y el Marco Global de Biodiversidad Pos2020.

Para ayudar a lograr estos objetivos “existe una necesidad urgente de revertir o al menos aplanar la curva de la pérdida forestal neta global conservando los bosques restantes del mundo y restaurando y rehabilitando los paisajes forestales degradados”, concluyen los investigadores del FFPRI.

A fin de que una reforestación tenga éxito deben realizarse estudios de campo necesarios, que permitan conocer las condiciones del sitio a reforestar, así como definir las especies a establecer, el vivero de procedencia, el medio de transporte, las herramientas a utilizar, la preparación del suelo, el diseño, los métodos, los puntos críticos de supervisión durante las actividades de campo, la protección, el mantenimiento y los parámetros con los cuales se evaluará el avance de la plantación.

También habrá que tomar en cuenta el uso de nuevas herramientas, como la tecnología, para lograr un mayor éxito. “Desde 2021 a la fecha se ha implementado el proceso de reforestación manual, con base en la técnica Nendo Dango, que consiste en encapsular manualmente semillas en bolas de arcilla; sin embargo, como una forma de evolucionar esta acción, nos buscaron e inició la propuesta para reforestar con drones”, menciona Camilo Lozoya, profesor de la Escuela de Ingeniería y Ciencias del Tecnológico de Monterrey, al referir el proyecto de reforestación en la Sierra Tarahumara (en México) y regiones aledañas.

El especialista comenta que actualmente trabajan en mejorar la técnica de peletizado de semilla, es decir, hacer que estas sean más eficientes, resistentes y con mejores posibilidades de germinación exitosa en campo para que tenga mayor efectividad la plantación con drones.

Otro dato importante a resaltar es que gracias a la Inteligencia Artificial (IA) y el levantamiento de modelos 3D de superficies con base en imágenes se desarrollan algoritmos para detectar con una cámara montada sobre el dron las zonas viables para reforestar, de tal manera que la semilla se disperse solo en sectores donde puede tener éxito.

Hoy todo suma para lograr la supervivencia de los bosques.