La zona lacustre, declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO desde 1987, enfrenta el reto de su preservación diaria para garantizar su navegabilidad y funcionalidad. En este contexto, cuadrillas pertenecientes a la Dirección General de Medio Ambiente desempeñan una ardua labor, en la que destaca la participación de casi 50 trabajadores, entre ellos tres mujeres que han desafiado estereotipos al involucrarse en esta actividad tradicionalmente considerada masculina.
Cada semana, estas brigadas limpian aproximadamente 35 mil metros cuadrados de canales. El proceso incluye la extracción de materia orgánica, como lirio y tule, así como el retiro de residuos inorgánicos. El material orgánico se deposita en las orillas de las chinampas, donde se transforma en abono natural, contribuyendo a un manejo sustentable de los recursos.
La limpieza de los canales no solo permite la navegación de embarcaciones turísticas, sino que también resulta esencial para las actividades agrícolas en la zona chinampera, donde se cultivan verduras y hortalizas.
En días recientes, las cuadrillas han enfocado sus esfuerzos en áreas específicas, como el Paso del Águila, el canal de Tlicuilli y la Laguna de La Asunción, reafirmando el compromiso con la conservación de este valioso patrimonio.