La psoriasis es una enfermedad inflamatoria crónica (de larga duración) que afecta la piel, las uñas y las articulaciones. Se estima que 60 millones de personas en el mundo la padecen, de las cuales alrededor de 2.5 millones son mexicanas. Existen numerosos tipos, pero la más común es la psoriasis en placas, presente entre el 80%-90% de los casos.
Aunque no es contagiosa, su impacto en quienes la padecen va más allá de la piel. No sólo altera sus relaciones en el hogar, la escuela o el trabajo, sino que también provoca una gran carga física, social, emocional y económica que los lleva a experimentar depresión, ansiedad y pensamientos suicidas, señalaron especialistas médicos durante un conversatorio donde Bristol Myers Squibb (BMS) México anunció la aprobación en el país de su innovador medicamento oral para el tratamiento de adultos con psoriasis en placas de moderada a grave y presentó Mi Psoriasis, una campaña de sensibilización sobre la enfermedad para el público en general.
La dermato-oncóloga Lorena Estrada Aguilar, miembro de la Sociedad Mexicana de Dermatología y de la Sociedad Latinoamericana de Psoriasis (PSOLAPSO), comentó que, aunque la psoriasis se ve en la piel, realmente comienza dentro del cuerpo.“No hay un solo factor para su desarrollo; es una interacción compleja entre la predisposición genética de la persona, el sistema inmunológico y los desencadenantes ambientales. Sin embargo, los científicos han desentrañado la cascada de eventos que generan los síntomas, los cuales son por alteraciones en el sistema inmune. Por eso, se dice que es un padecimiento inmunomediado”.
El sistema inmune está formado por una compleja red de células, tejidos y órganos que ayudan a combatir infecciones y enfermedades. Cuando es atacado por un agente extraño, libera pequeñas proteínas llamadas citocinas que, mediante una enzima conocida como tirosina quinasa (TYK2), envían señales al sistema inmune para que funcione. La inflamación es una reacción a la amenaza. Además de regular la respuesta inflamatoria e inmunitaria, las citocinas estimulan la proliferación y diferenciación celular.
En la psoriasis en placas, por ejemplo, el sistema inmune se vuelve hiperactivo y activa de manera incorrecta a los linfocitos T (un tipo de glóbulos blancos), que atacan la piel sana como si trataran de eliminar una infección o curar una herida.“Esto provoca inflamación y un crecimiento acelerado de las células cutáneas, haciendo que se acumulen sobre la superficie de la piel junto con las moribundas y las muertas formando parches gruesos y rojos (placas) cubiertos de escamas blancas o plateadas. Las placas pueden aparecer en codos, rodillas, cuero cabelludo, parte baja de la espalda, uñas, palmas de las manos, plantas de los pies o genitales, causando picazón, malestar y dolor, entre otros síntomas”, explicó.
Al ser la psoriasis de larga duración, la inflamación crónica puede conducir a otras enfermedades. Por ello, los afectados tienen más probabilidades de presentar artritis psoriásica, hígado graso no alcohólico, síndrome metabólico y problemas cardiacos, entre otras comorbilidades. “Desafortunadamente, entre el 25 y 30 % de los casos cursan con un cuadro clínico de moderado a severo que puede llevarlos a un mayor riesgo de mortalidad cardiovascular”.
Por otro lado, la psoriasis moderada a grave puede ser difícil de tratar. A veces, los síntomas son cíclicos, con brotes que duran semanas o meses, seguidos de una mejora. Por eso, su manejo debe ser personalizado y dependerá, entre otros factores, de la gravedad, comorbilidades y necesidades del paciente. Este puede incluir fototerapia, terapia tópica (ungüentos, cremas, champús) y medicamentos orales o biológicos inyectables.“Si bien hay varias soluciones, la insatisfacción con el tratamiento es una de las razones por la que los pacientes lo abandonan o lo interrumpen, de ahí la urgencia de ampliar las opciones para ellos”, agregó.
En ese sentido, la Dra. Estrada Aguilar destacó que ya está dispone en México el primer inhibidor oral alostérico (capacidad de una molécula de unirse a una enzima en un lugar distinto a su sitio activo) selectivo de la tirosina quinasa (TYK2) aprobado para el tratamiento de adultos con psoriasis en placas de moderada a grave que son candidatos a terapia sistémica o fototerapia.“Tiene un nivel de eficacia a largo plazo similar al de algunas terapias biológicas y, debido a su fácil administración, promueve la adherencia terapéutica”.
Abundó que, “al bloquear de forma selectiva la actividad de la TYK2 implicada en el proceso de inflamación, reduce los signos y síntomas y mejora la calidad de vida. Incluso, representa una esperanza para quienes no han tenido respuesta favorable con otros tratamientos o buscan una alternativa al uso de inyecciones”.
Para Carlos Pérez Beltrán, asesor científico de Inmunología de BMS México, vivir con psoriasis sin duda es un desafío para millones de mexicanos. Por ese motivo, recalcó el compromiso de la empresa con los pacientes, pues, aunque muchos comparten síntomas similares, sus experiencias de vida son únicas.
Bajo esta premisa presentó la campaña Mi Psoriasis que, junto con un sitio web del mismo nombre ( www.mipsoriasis.mx ), busca visibilizar el impacto físico, social y emocional que tiene en los afectados y sus familiares, derribar el estigma y la discriminación asociados, y ampliar el conocimiento sobre la enfermedad y sus síntomas para que, ante la sospecha, la gente visite al médico dermatólogo, especializado en afecciones de la piel, cabello y uñas, a fin de obtener un diagnóstico oportuno y un tratamiento adecuado.
Mi Psoriasis cuenta con el apoyo de la Asociación de Pacientes Autoinmunes con Procesos Inflamatorios, PAU, A.C, organización que acompaña a las personas con dicha condición para que puedan llevar una vida plena. “Estamos convencidos de que no solo es la piel; la psoriasis afecta a todo el cuerpo y las emociones. Cuando alguien habla de ‘Mi Psoriasis’, personaliza su enfermedad, teniendo el poder de reconocerla, aceptarla y normalizarla. Pensamos que, al visibilizar las historias de los pacientes y sus familiares, revaloramos la importancia de acompañarlo durante su proceso”, expuso su director ejecutivo, Hiram Reyes.
Finalmente, agregó que, “al igual que BMS, buscamos que los mexicanos se informen sobre la psoriasis, al tiempo de ayudar a empoderar a los pacientes para que dejen de ocultarse y se sientan seguros de que su condición no los define. Sabemos que por ahora no hay una cura, pero sí es posible su control gracias a los avances de la ciencia”.