La pérdida auditiva en los infantes puede variar en grado, surgir desde el nacimiento o progresar en los primeros años de vida. Detectar oportunamente podría evitar retrasos en el habla, el lenguaje y el rendimiento escolar.
La Secretaría de Salud recomienda realizar el tamiz auditivo neonatal a todas las niñas y niños para detectar problemas de audición lo antes posible. La detección antes de los tres meses de edad y la intervención inmediata previene limitaciones significativas en el crecimiento integral.
“La detección temprana de la pérdida auditiva es fundamental para el desarrollo de los niños, ya que la audición es clave para el lenguaje, la comunicación y el aprendizaje. Los avances en soluciones auditivas, como los implantes cocleares, junto con las terapias adecuadas y el apoyo familiar, pueden transformar por completo la vida de un niño. Cuanto antes se inicie el tratamiento, mayores serán las oportunidades de que el niño progrese en habilidades lingüísticas y cognitivas sin retrasos significativos”, señala la doctora Jimena Atuán Rodas, especialista en Audiología y gerente de Soporte Clínico MED-EL.
Lias Leonardo López Ornelas, un niño de 11 años que cursa el sexto año de primaria es un ejemplo de cómo la intervención temprana tiene la capacidad de transformar la vida de quienes padecen hipoacusia.
El menor fue diagnosticado con pérdida auditiva profunda bilateral severa a los tres meses de edad. El camino para él y su familia no fue sencillo: inicialmente usó auxiliares auditivos, pero con el tiempo se optó por un implante coclear que se adaptaba mejor a sus necesidades, lo que implicó varias intervenciones quirúrgicas y a los cuatro años, inició su rehabilitación con terapia.
Su madre, María Berenice Ornelas Solis, resalta que, gracias a la terapia de lenguaje, Lias ha mejorado notablemente su capacidad de comunicarse, tanto en la escuela como en su entorno familiar.“Mi vida fue muy difícil, porque no escuchaba bien. Una gran dificultad ha sido aprender y hacer tareas en la escuela, ya que no oía correctamente lo que decían los maestros. Con el implante y la terapia ha sido más fácil aprender”, señala Lias López.
Lias ha enfrentado grandes retos, pero también ha logrado importantes avances, ya que tiene mucha más confianza en la escuela. Escuchar mejor le ha permitido participar más activamente en clases, destacando en materias como matemáticas e inglés, que son materias que le gustan y que toma en sus tiempos libres. Además, ha encontrado en el taekwondo una pasión, donde también ha sobresalido.
Uno de los sonidos que más disfruta es la música, lo que lo ha motivado a seguir superándose. Lias anima a otros niños con pérdida auditiva a no rendirse: “El sonido que más me gusta es la música. A las personas que tienen pérdida auditiva les diría que no se rindan, que pueden lograr lo que deseen y cumplir sus sueños”, recalcó.
La historia de Lias resalta la importancia de fomentar la detección e intervención temprana en niños con sordera, quienes, con el apoyo adecuado, pueden superar desafíos y lograr un crecimiento integral en sus vidas personales, académicas y sociales.