Monitorear la pérdida de masa muscular y malnutrición ayudan a detectar situaciones de riesgo

El envejecimiento es una parte natural de la vida, pero la forma en la cual lo hacemos puede afectar la calidad de vida

Redacción
Bienestar
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A partir de los 40 años, los adultos pueden experimentar una disminución significativa de la masa muscular, perdiendo hasta un 8% cada década, una tasa que puede duplicarse a los 70 años. Las causas de la pérdida de masa muscular relacionada con la edad pueden ser complejas y la malnutrición es un factor importante.

La malnutrición se define como un desequilibrio en la ingesta de nutrientes necesarios para mantener una buena salud y afecta a aproximadamente 1 de cada 3 adultos mayores de 65 años. A menudo, es una condición que pasa desapercibida; pero sin intervención temprana, puede llevar a otras complicaciones, como la pérdida de masa muscular.

La malnutrición en las personas mayores puede deberse a muchos factores, como una ingesta insuficiente de alimentos, cambios en el gusto, problemas de digestión y absorción, mayores necesidades de nutrientes o enfermedades crónicas, estas últimas pueden agravar aún más las deficiencias nutricionales y acelerar la pérdida de masa muscular.

Las repercusiones de la malnutrición y la pérdida muscular no tratadas son significativas. Las personas afectadas pueden sufrir debilidad crónica, baja energía y disminución de la movilidad, lo que puede dificultar la capacidad de los adultos para realizar tareas cotidianas sencillas y participar en actividades que les gustan. Además, aumentan el riesgo de hospitalización y dificultan la recuperación tras una enfermedad o lesión.

El Rol de las Pruebas Periódicas

La malnutrición y la pérdida de masa muscular no siempre son fáciles de ver, por lo que es esencial realizar revisiones periódicas. Los profesionales de la salud pueden desempeñar un papel importante en la identificación y el tratamiento de la malnutrición en la comunidad. La medición periódica de la malnutrición y la pérdida muscular en las clínicas de atención primaria, los centros para adultos mayores y las residencias asistidas puede ayudar a promover la detección temprana y permitir intervenciones nutricionales oportunas y personalizadas.

“En el 46 congreso ESPEN (Congress on Clinical Nutrition and Metabolism) en Milán Italia, tuve la oportunidad de participar en el curso precongreso Strength Ambassador World Café discutiendo entre expertos la realidad actual de la nutrición clínica en distintos países reconociendo que debemos enfocarnos en continuar con la educación médica nutricional, perfeccionar procesos en tamizaje, evaluación nutricional, monitoreo y políticas locales para alcanzar un estado nutricional óptimo y reconocer la malnutrición y la pérdida de masa muscular con un enfoque integral para nuestros pacientes.” dijo la doctora Olga Gómez Santa María , Presidenta del Colegio Mexicano de Nutrición Clínica y Terapia Nutricional.

Añadió que “nosotros trabajamos en una variedad de entornos, razón por la cual es necesario empoderar a profesionales de la salud con una variedad de herramientas de detección, para poder apoyar las diferentes necesidades de las personas y de las comunidades”.

Algunas de estas herramientas son:

MSAT App: La aplicación Muscle Strength Assessment Tool (MSAT) funciona junto con el dispositivo SQUEGG, una herramienta de evaluación de la fuerza de agarre de la mano, para evaluar la salud muscular. Un estudio reciente publicado en Clinical Nutrition Open Science reveló que, cuando los profesionales de la salud de la India utilizaron la aplicación MSAT y el dispositivo SQUEGG, pudieron evaluar de forma eficiente y eficaz a más de 3000 adultos.

Los investigadores detectaron que casi un tercio de los adultos tenían una fuerza de prensión de la mano reducida, una condición estrechamente relacionada con la malnutrición y el estado nutricional.

La Cinta Calf-C es un dispositivo de papel sencillo pero muy eficaz que mide la circunferencia de la pantorrilla para determinar la masa muscular, una medida utilizada para la detección temprana de la sarcopenia y la malnutrición. Es una herramienta de detección ideal para entornos comunitarios y ambulatorios gracias a su asequibilidad y accesibilidad.

La Calculadora de la edad muscular es una herramienta sencilla que tiene en cuenta el sexo, la edad y la capacidad de los adultos para realizar la prueba de cinco sentadillas. La prueba, que los adultos pueden realizar en la comodidad de su hogar, ayuda a indicar la fuerza muscular de la parte inferior del cuerpo.

La herramienta PRONTO fue desarrollada específicamente por especialistas en nutrición y oncólogos para evaluar a las personas que están recibiendo tratamiento contra el cáncer. Las investigaciones de Abbott han demostrado que la herramienta PRONTO identifica de forma eficaz y fiable a las personas con cáncer que presentan un riesgo nutricional.

La aplicación de malnutrición a distancia en la práctica primaria (R-MAPP) se desarrolló para garantizar que los pacientes sean examinados incluso durante las citas virtuales. “Estas soluciones permiten a los profesionales de la salud detectar fácilmente la pérdida de masa muscular y el riesgo de malnutrición en adultos de distintas poblaciones y entornos. Es importante destacar que, para concientizar sobre la importancia de estas mediciones en la detección temprana, Abbott compartió en la reciente conferencia de la Sociedad Europea de Nutrición Clínica y Metabolismo (ESPEN) programas educativos y de formación, así como acceso a herramientas que ayudarán a que los médicos puedan prevenir los impactos de la pérdida de masa muscular y malnutrición en adultos mayores”, explicó el doctor Óscar Quintero, director Médico en Abbott.

La Dra. Gómez Santa María dijo que “dentro del Congreso ESPEN, México tuvo una gran presencia de participantes llevando trabajos de investigación. Conferencias de excelente nivel y discusiones que dirigen nuestra práctica clínica actualizada. Compartiendo foros con expertos mundiales sobre distintas enfermedades y avances lo cual es muy enriquecedor permitiendo mejorar la atención y educación nutricional; así como conocer sobre las herramientas que permitirán tener un impacto positivo en la calidad de vida de las personas que confían en nosotros para cuidar su salud y nutrición; sin duda, estos eventos nos permiten debatir e intercambiar conocimientos sobre los avances científicos, reforzando la comunidad médica”.

Más Apoyo para Mejores Resultados

Identificar a las personas con riesgo de malnutrición mediante un tamizaje adecuado puede influir positivamente en los resultados sanitarios, pero es sólo el primer paso. Los profesionales de la salud pueden colaborar estrechamente con nutriólogos certificados para ofrecer intervenciones nutricionales personalizadas y monitorear el progreso.

Las intervenciones nutricionales centradas en una ingesta equilibrada y cantidades adecuadas de calorías, proteínas y nutrientes esenciales pueden mejorar el estado nutricional general y reducir el riesgo de pérdida muscular y malnutrición. Los adultos mayores suelen necesitar más proteínas para conservar la masa muscular y la fuerza. Las necesidades de proteínas pueden satisfacerse mediante modificaciones en la dieta, como la incorporación de alimentos ricos en proteínas como carnes magras, productos lácteos y legumbres. En los casos en que la ingesta de alimentos sea insuficiente, los profesionales de la salud pueden recomendar complementos nutricionales, como Ensure o Glucerna de Abbott.