El Instituto Nacional de Geriatría (Inger) de la Secretaría de Salud impulsa el desarrollo de políticas públicas enfocadas en la construcción del Sistema Nacional de Cuidados, anunciado por la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo.
Como parte de esta labor, la institución ha diseñado un estándar de competencia dirigido a personas cuidadoras de adultos mayores con dependencia funcional, contribuyendo a mejorar la calidad de la atención y fortalecer las capacidades de quienes realizan esta tarea esencial.
Durante el lanzamiento de dicho estándar, la directora general del Instituto Nacional de Geriatría, María del Carmen García Peña, destacó que desde 2017 se comenzó a trabajar en el desarrollo de una herramienta que permita garantizar una vida digna tanto para las personas cuidadoras, al desempeñar esta labor, como para las personas adultas mayores con dependencia, quienes tienen el derecho a recibir cuidados adecuados.
Subrayó que con esto se construye el primer escalón sólido para la creación de este sistema, que tiene como objetivos otorgar el mejor cuidado de las personas con dependencia, trabajar en favor de la equidad de género y la regulación de instancias formales e informales que cuidan.
Por su parte el director de Enseñanza y Divulgación del Inger, Eduardo Sosa Tinoco, expuso que se estima que en México hay alrededor de 18 millones de personas en etapa de vejez, de las cuales el 15 por ciento requiere cuidados.
Agregó que la discapacidad en la vejez es algo que, con el tiempo, se incrementará debido a la alta carga de enfermedades crónicas que hay en el país. Es por ello que se tiene que avanzar en la formalización y certificación de quienes cuidan a personas adultas mayores.
La enfermera especialista del Inger, Alma Laura Deyta Pantoja realizó la presentación del estándar de competencia sobre cuidados de personas adultas mayores con dependencia funcional, el cual tiene como objetivo ser un marco de referencia para la evaluación y certificación de quienes brindan este cuidado a través de un trato humano y digno.
Alma Laura Deyta detalló que el estándar se compone de tres elementos clave: primero, la identificación de las necesidades específicas de cuidado de cada persona; segundo, la provisión de cuidados en actividades básicas de la vida diaria y, finalmente, el apoyo en actividades instrumentales.
Añadió que la propuesta para este estándar contempla que las y los cuidadores recopilen información mediante un registro detallado, donde se incluyan aspectos como la lista de medicamentos, signos vitales, niveles de oxigenación, glucosa y temperatura, entre otros. Asimismo, el registro deberá incluir los tratamientos administrados y un reporte de las actividades realizadas durante el cuidado.
Destacó que la carpeta de actividades de la persona cuidadora debe elaborarse diariamente, con el objetivo de sistematizar y organizar tanto las acciones como el enfoque de cuidado. Además, esta herramienta es útil para responder a situaciones emergentes que puedan surgir en el cuidado de personas adultas mayores.