México enfrenta un repunte acelerado de enfermedades prevenibles por vacunación, particularmente de tos ferina y sarampión, lo que ha encendido las alertas en el sector salud. De acuerdo con el Boletín Epidemiológico de la Secretaría de Salud (semana 15), se han confirmado 749 casos de tos ferina en lo que va de 2025, superando en más de 50%* los 463 casos reportados durante todo 2024.
La tendencia actual es preocupante: en solo siete semanas (de la semana 9 a la 15), los casos de tos ferina aumentaron de 288 a 749, más del doble. De continuar este ritmo, con un incremento promedio de más de 80 casos por semana, México podría superar los 930 casos antes de que termine mayo, lo que representaría un riesgo sanitario considerable.
Más allá del número, el verdadero riesgo está en la transmisión silenciosa: muchos adultos y adolescentes pueden portar la bacteria (Bordetella pertussis) sin saberlo y contagiar a quienes aún no pueden vacunarse como los bebés menores de 18 meses; aquellos que tienen mayor riesgo de complicaciones, aun vacunados, como la personas con sistemas inmunológicos comprometidos; y los adultos mayores que no han recibido los refuerzos periódicos y vuelven a tener un riesgo alto de infección, así como de desarrollar complicaciones graves de la enfermedad.
Esta es una de las enfermedades que afecta a todos los grupos de edad, pero son los adolescentes y los adultos jóvenes quienes actúan principalmente como reservorio de infección. Por ello, reducir la incidencia en este grupo debe ser un objetivo que alcanzar para cortar la cadena de transmisión y proteger a las poblaciones más vulnerables.
Por su parte, el esquema de vacunación de las mujeres embarazadas contra el tétanos, la difteria y la tosferina es en cada embarazo, a partir de la semana 20 de gestación, ayudando a proteger al recién nacido desde el nacimiento, en lo que completa su esquema de vacunación primario a los 18 meses de vida. Aumentar la cobertura de vacunación en quienes sí pueden hacerlo no es solo un acto de prevención individual es un compromiso con la comunidad.
Además, la vigilancia y las acciones preventivas deben extenderse a zonas con condiciones epidemiológicas especiales, como los peridomicilios de casos confirmados, municipios de alto riesgo, zonas con alta afluencia de turistas extranjeros, corredores de población migrante y municipios fronterizos del país donde la circulación de la bacteria podría facilitar nuevos brotes.
Por lo anterior, la Secretaría de Salud hace un llamado a la población para que los grupos en riesgo –adultos sin esquema completo, embarazadas y personas en contacto con poblaciones vulnerables– acudan a su centro de salud más cercano para completar su esquema de vacunación.
Esta invitación se enmarca en la próxima Jornada de Vacunación, que se celebrará del 26 de abril al 03 de mayo en el contexto de la Semana Mundial de la Inmunización.
A través de la inmunización es posible evitar la transmisión de enfermedades emergentes en áreas geográficas definidas para poder eliminar las amenazas de salud pública.