Los biofertilizantes son una innovación tecnológica que permite regenerar suelos, proporcionar mejores nutrientes a los cultivos, propician un uso más eficiente del agua y brindan a la planta mayor resistencia a condiciones de sequía, lo cual se traduce en mayor productividad y rentabilidad para el productor; no obstante, “se requiere de políticas públicas para su fomento, adopción y masificación”, señala el director de Biofábrica Siglo XXI, Marcel Morales Ibarra.
El experto resaltó que en caña de azúcar el uso de este insumo sustentable ha hecho posible llegar a una utilidad neta para el agricultor de hasta 300%, en comparación con el sistema tradicional de fertilización química.
Al anunciar la participación de esta empresa en la Convención internacional de productores y consumidores de azúcar, Global Week, a realizarse del 20 al 23 de mayo de 2024, en Morelos, México, convocada por la certificadora internacional Bonsucro.
El uso de biofertilizantes, indica el especialista, es importante porque el problema de la sequía es una consecuencia del cambio climático, los periodos cada vez son más prolongados y se han agudizado en los últimos años y tenemos un uso muy ineficiente del agua, cuando hay alternativas que deberían de estarse implementando para lograr una mayor eficiencia en el uso de este recurso en la agricultura.
El uso de microorganismos benéficos dice, rompe todos los paradigmas de la producción convencional y si planteas que este insumo va a ayudar a fijar el nitrógeno atmosférico, no es fácil que el productor acepte de manera inmediata este tipo de propuesta, por lo que se requiere un proceso de transferencia de tecnología con capacitación, establecimiento de parcelas demostrativas; estamos hablando de dimensiones de política pública, no de esfuerzos individuales.
Agrega que una política para un uso más eficiente del agua en la agricultura tiene que considerar el beneficio al suelo, a través de su regeneración con bioinsumos. “Para dar un avance importante en la masificación de esta tecnología se va a requerir necesariamente impulsar políticas públicas tendientes a adoptarla”, dice.
Rendimiento
Marcel Morales señala que los resultados que ha tenido la aplicación de biofertilizantes en caña de azúcar, en el estado de Morelos, donde los productores lograron de 30% a 40% mayor rendimiento en relación con las plantas que emplearon fertilización química.
“Esto en gran medida por la mayor capacidad del bioinsumo de retener humedad y nutrientes, hacer un uso más eficiente del agua y resistir al estrés hídrico”, dice.
Esto dio como resultado que el número de cortes en una plantación de caña de azúcar en Zacatepec, Morelos, aumentara a diez, cuando el promedio en la entidad es de cuatro. El rendimiento medio con manejo convencional es de 105 a 110 toneladas por hectárea y con biofertilizante se llegó, en el primer corte, a 160 toneladas y en el último ciclo se mantuvo en 130 toneladas. Esto al final nos da una utilidad neta para el productor del 300% respecto al sistema tradicional de fertilización química.
La utilización de biofertilizantes en el caso del maíz también ha dado resultados positivos en el estado de Morelos, incluso en medio de la sequía más severa de los últimos 50 años que se registró en 2023, donde los productores que usaron este bioinsumo obtuvieron rendimientos de entre 5 y 7 toneladas, pero quienes siguieron con la fertilización química cosecharon solo 2 o 3 toneladas, en el mejor de los casos, o reportaron siniestro total.
Es decir, agrega, “con los biofertilizantes podemos mantener condiciones productivas favorables económicamente, aún en condiciones de sequía severa”.
El también especialista en temas de desarrollo rural indica que el uso de biofertilizantes se hace extensivo a cultivos como sorgo, trigo, arroz, papaya o cítricos y se ha aplicado en entidades como Morelos, Veracruz, San Luis Potosí, Campeche, entre otras.
Los resultados que ha obtenido Biofábrica Siglo XXI durante una década, llevó a que fuera seleccionada en 2022 por Bonsucro --certificadora internacional de producción rentable y sustentable de azúcar, con sede en Londres, presente en 40 países--, como “proyecto innovador enfocado en el secuestro de carbono y la restauración de la fertilidad y salud del suelo en la producción de caña de azúcar”.
La iniciativa, que tiene el respaldo de la Unión Nacional de Cañeros de la CNPR y Coca Cola Co., además ha demostrado tener la capacidad de retener el CO2, “en promedio tenemos la capacidad de secuestrar 10 toneladas de CO2 por hectárea, lo que significaría la posibilidad de que el productor tenga beneficio económico por la emisión de bonos de carbono, expone Marcel Morales.
Indica que el beneficiario inmediato sería el productor, pero sobre todo habría un beneficio para la sociedad por la posibilidad de acelerar el combate al cambio climático, a través del secuestro de CO2 de parte del suelo y son los biofertilizantes los encargados de propiciarlo.
A la Convención Internacional asistirán representantes de 30 o 40 países, entre productores, consumidores y expertos, quienes conocerán la Biofábrica Siglo XXI, ubicada en Xochitepec, Morelos, y particularmente el proyecto que hemos establecido en caña de azúcar con el uso de biofertilizantes.