Cuando uno piensa en la vitalidad y energía de la juventud, es fácil olvidar que cada caída,
golpe o lesión puede tener consecuencias a corto, mediano y largo plazo, y las lesiones
articulares en particular, tienen un poderoso efecto secundario que muchas veces
subestimamos: el abandono del ejercicio y de una vida saludable.
Para aquellas personas que se ejercitan con regularidad, ya sea porque se trata de
deportistas o porque simplemente disfrutan de la actividad física, mantenerse activos es una
parte crucial de su identidad y bienestar; sin embargo, las lesiones ocurren y eventualmente
pueden llevar a un ciclo de dolor y limitación que, sin la atención adecuada, pueden generar
el abandono parcial (e incluso total) de la actividad física.
“Es muy común escuchar ‘ah, yo iba a ser esto pero me lastimé la rodilla’.
Desafortunadamente, no es únicamente una excusa del porqué alguien no se convirtió en
futbolista profesional, es una realidad. Aprender a vivir con el dolor de cualquier lesión no
debería ser la norma, esto no es una cuestión de tolerancia, sino de ignorancia ante un
problema que a largo plazo puede tener graves repercusiones”, advierte el Dr. Ricardo
Galván Gómez, director Médico de GH Especialistas, clínica especializada en cirugía
articular y medicina del dolor.
Entre analgésicos y sedentarismo
La cultura social del mexicano tiene la mala costumbre de no tratar estas lesiones, y peor
aún, de automedicarse o aliviarse únicamente con analgésicos de venta libre.
Esto, lejos de resolver el problema lo puede empeorar y llevar a un desgaste mayor de las
articulaciones, debido a que estos medicamentos pueden brindar una sensación pasajera
de alivio, pero esto no significa que el paciente tendrá una mejoría en el largo plazo.
Por otro lado, si no se trata correctamente este tipo de lesiones, pueden llevar a una mayor
propensión al sedentarismo por la falta de capacidad para realizar actividad física debido al
dolor, incrementando drásticamente el riesgo de padecer sobrepeso u obesidad junto a
otras afectaciones a la salud, no solamente física sino mental.
Según estudios de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), la actividad física
mejora el bienestar general con principal énfasis en la disminución de síntomas de
depresión y ansiedad, además de que las personas que no realizan actividad física tienen
entre un 20% y 30% más de riesgo de muerte en comparación a quienes sí.
“Realizar ejercicio es una actividad a la que mucha gente recurre para aliviar problemas
como el estrés o sencillamente para despejarse de sus vidas laborales y sociales a nivel
cotidiano, por lo que perder estas vías de escape puede resultar en un agravamiento y
propensión a trastornos psicológicos y emocionales”, explica el especialista.
Dejar estas actividades debido a problemas físicos es algo que impacta drásticamente la
calidad de vida de las personas, así que se recomienda encarecidamente que ante
cualquier síntoma de lesión a cualquier grado, se acuda a especialistas para recibir el
cuidado y tratamientos adecuados, no solo para tratar el problema actual, pero
principalmente para evitar complicaciones futuras.
Desafortunadamente, es común ver a personas de 60 años con articulaciones lastimadas
por lesiones que sucedieron hace 20 o 30 años. Rodillas que truenan, falta de movilidad en
brazos, piernas y cadera, cojera, jorobas y dolor crónico, son algunas que pueden llegar a
ser prevenidas, o al menos reducidas, con un tratamiento adecuado y oportuno.
“Muchas de estas lesiones no tratadas son olvidadas con el tiempo, pero al indagar más a
fondo se puede identificar que, en algunos casos, tienen su raíz mucho tiempo atrás. Al final
del día, estas se pueden convertir en grilletes que impiden disfrutar plenamente de la vida
desde que suceden y hasta vejez, cuando se acrecientan”, sentencia el director Médico de
GH Especialistas.