ALZHEIMER: LA DEMENCIA MÁS FRECUENTE EN ADULTOS MAYORES

“Alteraciones en proteínas cerebrales provocan inflamación y disfunción”.

Lorena Ríos
Bienestar
Alzheimer

Hay factores de riesgo como herencia genética, baja escolaridad, depresión no atendida, tabaquismo, sedentarismo, aislamiento social y obesidad.

La demencia es un síndrome que provoca el deterioro de la memoria, el pensamiento, el comportamiento y la capacidad para realizar actividades cotidianas. El principal riesgo para padecerla es la edad y el tipo más frecuente entre la población mayor de 65 años es el Alzheimer. Se calcula que en México aproximadamente un millón 300 mil personas presentan esta condición.

Es sin duda un problema de salud pública, ya que ante el aumento de la esperanza de vida se estima un incremento acelerado en las próximas décadas.

Aunque se desconoce qué desencadena la enfermedad, se tiene documentada la presencia de factores de riesgo como baja escolaridad, depresión no atendida, tabaquismo, sedentarismo y obesidad.

Primeros signos

Si una persona presenta de forma constante pérdida de memoria a corto plazo, dificultades para recordar nombres, eventos recientes, desorientación en lugares conocidos y cambios repentinos en la personalidad o estado de ánimo, es recomendable acudir a una valoración a los centros de salud correspondiente para descartar la enfermedad de Alzheimer o atenderla de manera oportuna.

El doctor Máximo León Vázquez, neurólogo epileptólogo adscrito a la Clínica de Epilepsia del Hospital de Especialidades del Centro Médico Nacional (CMN) La Raza, señala que el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) cuenta con médicos de primer contacto para realizar una evaluación inicial y si se sospecha de la presencia de esta enfermedad los pacientes son remitidos a un especialista en Neurología o Geriatría para la realización de estudios más avanzados, como pruebas cognitivas y de neuroimagen.

“La enfermedad de Alzheimer es un trastorno neurodegenerativo progresivo que afecta principalmente a la memoria y otras funciones cognitivas. Se caracteriza por un deterioro cognitivo y funcional que impacta de manera significativa la vida diaria del paciente”, indica.

El especialista precisa que esta enfermedad es más común en personas mayores de 65 años, aunque también existe una forma de inicio temprano que puede manifestarse entre los 40 y los 50 años; sin embargo, la mayoría de los casos se diagnostican en adultos mayores y es la principal causa de demencia en este grupo de edad.

Subraya que, aun cuando no se puede prevenir completamente, estudios sugieren que mantener un estilo de vida saludable puede reducir el riesgo de desarrollar la enfermedad. “El IMSS recomienda controlar factores de riesgo como hipertensión, diabetes mellitus y obesidad, además de fomentar hábitos saludables como dieta equilibrada, ejercicio regular, evitar el tabaquismo y mantener la mente activa mediante juegos de memoria, lectura y diversas actividades cognitivas”, puntualiza.

El Seguro Social ofrece un enfoque integral que incluye tratamientos farmacológicos para tratar los síntomas que afectan la conducta y el estado de ánimo de los pacientes diagnosticados.

Además, ofrece terapias de rehabilitación, apoyo sicológico, siquiátrico y servicios de cuidados paliativos.

“Es fundamental, para concientizar sobre esta enfermedad, promover la investigación y apoyar a los pacientes y sus familias. Además, visibilizar la necesidad de políticas públicas y recursos para mejorar la atención y los servicios disponibles para quienes padecen la enfermedad y sus cuidadores”, dice León Vázquez.

Alteraciones en proteínas cerebrales

Los principales factores de riesgo para desarrollar esta patología son edad, herencia genética, aislamiento social y problemas para dormir, porque quienes la padecen sufren alteraciones a nivel molecular y celular, lo que produce cambios en el cerebro que terminan con la muerte de neuronas relacionadas con la memoria.

En México 7.8% de las personas mayores de 60 años vive con Alzheimer, un padecimiento caracterizado por pérdida de la memoria que podría prevenirse o retardar su aparición con un estilo de vida saludable, señala por su parte Francisco Martínez Carillo, especialista adscrito a la Subdirección de Psiquiatría del Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía Manuel Velasco Suárez (INNNMVS).

Explica que el Alzheimer se desarrolla por una confluencia de vías que forman alteraciones en proteínas que se encuentran en el cerebro, como la llamada beta-amiloide y la tau, que se acumulan inicialmente en el lóbulo temporal provocando inflamación, disfunción y muerte progresiva de las neuronas.

Esto lleva a las personas a perder poco a poco la memoria hasta olvidar los nombres de sus seres queridos, caminar, comer y otras actividades del autocuidado, por lo que en etapas avanzadas se vuelven totalmente dependientes de sus cuidadores.

A medida que avanza la enfermedad, las personas con Alzheimer enfrentan problemas de lenguaje, desorientación, cambios en el estado de ánimo y conducta, alteraciones en el pensamiento abstracto y pérdida de habilidades sicomotrices.

El especialista adscrito a la Subdirección de Psiquiatría del INNNMVS informa que aproximadamente dos tercios de los casos de demencia en el mundo son por Alzheimer, ubicándose como el principal tipo de demencia en las personas adultas mayores, seguido de la demencia vascular, que se presenta por infartos y hemorragias cerebrales, y la demencia frontotemporal, que más tempranamente afecta la conducta.

Hace además un llamado a la población a cuidar su salud desde la infancia con alimentación saludable, actividad física, no fumar ni tomar bebidas alcohólicas, para llegar a la edad adulta mayor con la mejor calidad de vida posible y menor riesgo de sufrir enfermedades graves y complejas como el Alzheimer.

Mujeres, principales cuidadoras

Dulce Tovar, directora de la fundación y centro de día Alzheimer México IAP, destaca la importancia de actuar ante este reto de salud pública.

“Es fundamental que se implementen políticas que protejan tanto a los pacientes como a los cuidadores, la mayoría de los cuales son mujeres”, subraya.

También subraya la urgencia de invertir en programas de apoyo y capacitación para los familiares encargados del cuidado, puesto que “el bienestar de los cuidadores es esencial para garantizar una atención digna a los pacientes”.

El costo anual de cuidado de personas con demencia en México supera los 23 mil millones de pesos, una cifra que incluye gastos médicos y pérdidas económicas causadas por la reducción de ingresos de los cuidadores. Ante este desafío, los expertos urgen a la sociedad y al gobierno a unir esfuerzos para enfrentar esta creciente crisis.

La prevalencia de demencia en personas mayores de 60 años es de 7.9%, afectando especialmente a mujeres y a personas en áreas rurales. Ante este panorama, los especialistas insisten en la necesidad de fortalecer las políticas públicas para garantizar un acceso integral al diagnóstico, al tratamiento y los cuidados.

“Es momento de que como sociedad reconozcamos la gravedad de esta enfermedad y construyamos un futuro donde el Alzheimer sea atendido con la dignidad que las personas merecen”, concluye Tovar.