Innovadora terapia podría mejorar la calidad de vida de millones de mexicanos

En México, la enfermedad renal crónica afecta a casi 13 millones de personas, lo que la convierte en un problema de salud pública prioritario (INEGI).

Redacción
Bienestar
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El Día Mundial del Riñón, que se conmemora el 13 de marzo, nos brinda una oportunidad para reflexionar sobre la situación de la enfermedad renal crónica (ERC) en México y destacar la importancia de acceder a terapias avanzadas, como la hemodiafiltración de alto volumen, para mejorar la calidad de vida de los pacientes.

La ERC representa un desafío significativo para la salud pública en México. Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), la prevalencia de la ERC en el país ha aumentado en los últimos años, estimándose que alrededor del 12% de la población mexicana padece algún estadio de esta enfermedad, lo que equivale a casi 13 millones de personas.

Las principales causas de la ERC en México son la diabetes mellitus y la hipertensión arterial, condiciones que, al no ser controladas adecuadamente, deterioran progresivamente la función renal. Además, factores como la obesidad, la automedicación y la exposición a sustancias tóxicas contribuyen al desarrollo de esta enfermedad.

En México, existen programas que están brindando acceso a terapias de hemodiálisis innovadora a pacientes con enfermedad renal crónica (ERC), tanto a nivel público como privado. Gracias a esfuerzos en conjunto tanto de la comunidad médica como de sectores del sistema de salud, hoy pacientes mexicanos pueden recibir tratamientos de la más alta calidad, marcando un hito en la atención renal del país.

Tal es el caso de la hemodiafiltración de alto volumen, una modalidad de terapia de reemplazo renal que combina los principios de la hemodiálisis y la hemofiltración, permitiendo una filtración más eficiente de toxinas en la sangre, ayudando a los pacientes a reducir complicaciones. Esta técnica ha demostrado beneficios significativos en comparación con la hemodiálisis convencional.

Por ejemplo, un estudio reciente reveló que los pacientes tratados hemodiafiltración de alto volumen, experimentaron una reducción del 23% en las tasas de mortalidad en comparación con aquellos que recibieron hemodiálisis de alto flujo. Además, la hemodiafiltración de alto volumen se asocia con una mayor estabilidad hemodinámica, disminución de episodios de hipotensión durante las sesiones y una mejor calidad de vida para los pacientes.

Beneficios Clave de la Hemodiafiltración de Alto Volumen

  • Reducción de la Mortalidad: La Hemodiafiltración de Alto Volumen ha demostrado disminuir significativamente las tasas de mortalidad por cualquier causa en pacientes con ERC en comparación con la hemodiálisis convencional.
  • Mejor Depuración de Toxinas: Esta terapia es más eficaz en la eliminación de toxinas de mediano y gran tamaño molecular, reduciendo el riesgo de complicaciones asociadas.
  • Estabilidad Hemodinámica: Los pacientes que reciben hemodiafiltración de Alto Volumen presentan menos episodios de hipotensión durante las sesiones de diálisis, lo que contribuye a una mayor tolerancia al tratamiento.
  • Sostenibilidad para los Sistemas de Salud: La implementación de terapias avanzadas como hemodiafiltración de Alto Volumen puede representar una inversión costo-efectiva a largo plazo, al reducir complicaciones y mejorar la eficiencia del tratamiento renal.


En México existen programas piloto que ya están marcando una diferencia significativa en la vida de personas, incluidos niños con enfermedad renal crónica en la Ciudad de México y su área metropolitana, brindándoles acceso a tratamientos avanzados que antes estaban fuera de su alcance.

En el marco del Día Mundial del Riñón, es fundamental reconocer la creciente prevalencia de la ERC en México y la necesidad urgente de implementar estrategias integrales que incluyan la prevención, detección temprana y acceso a terapias avanzadas como la hemodiafiltración de alto volumen.

Es crucial que los tomadores de decisión en el sector salud, así como las instituciones públicas y privadas, trabajen en conjunto para garantizar que más pacientes tengan acceso a este tipo de tratamientos innovadores, contribuyendo a mejorar su calidad de vida y reduciendo la carga de la enfermedad renal crónica en el país.